25.6.09

¿Qué les preocupa a los aragoneses?

Una asignatura pendiente de muchos políticos, es adivinar qué es lo que realmente les preocupa a sus representados, porque viven dentro de su labor política de alguna forma aislados de la realidad plural pero mucho más sencilla, de la gente básica.
Todos nos creemos con empatía suficiente para poder detectar los problemas de los demás, y ciertamente a veces sí es así, pero sólo detectamos aquellos problemas que se nos presentan delante o aquellos que nos rodean.
Necesitamos estar enfermos o tener a alguien muy cerca para saber con certeza lo que representan la esperas sanitarias en especialidades. Necesitamos estar rodeados de alguna persona en paro pasar saber las miserias que se esconden detrás de muchas ofertas, detrás de muchos organismos públicos que en teoría sirven para algo. Necesitamos tener a un anciano o a un enfermo crónico a una persona con dependencia para detectar la realidad básica.
No sirve con preguntar, porque algunas veces no se sabe preguntar bien (con perdón) y muchas otras no se sabe responder.

Hoy a los ciudadanos nos preocupan nuestros problemas. Nos han logrado criar en un sistema consumista e individualista. Somos egoístas porque nos han educado para ello y sólo pensamos en MI problema. Ni tan siquiera en nuestros problemas.
Así es muy complicado resolver problemas políticos, porque afectan en teoría a todos, a muchos. Pero es la visión que gran parte de la sociedad tiene de sus políticos. Los ven como hacedores del bien y del mal. Un bien que nunca les toca a los ciudadanos y siempre a los directores de orquesta.

Volver esta idea del revés es complicado, pero si nos dedicamos a hablar de lo divino en vez del paro y de la sanidad, de su problema sentido, avanzaremos en sentid contrario.
Se publican encuestas en donde se refleja claramente qué preocupa a los ciudadanos. Nunca aparecen los problemas inmensos que algunos políticos, incluso con buen criterio, sacan a los medios.

No preocupa un pantano de más o de menos, una energía nuclear que no entienden, un semáforo en su calle, un centro cívico, una ley que proteja a los buhos o si la bandera debe ser horizontal o vertical.
Si preocupa la sanidad y el paro, la seguridad y la delincuencia, el terrorismo y el acceso a la vivienda, sus problemas económicos y su futuro, la inmigración y la clase política, le educación y la formación de los hijos.
Les preocupa por poner un ejemplo, lo mismo las drogas que la corrupción política. ¿Cuanto tiempo dedicamos en los medios, cuanto los políticos en dar soluciones a uno u otro problema?
Si la educación preocupa 10 veces más que la ecología, no se trata de olvidar a esta sino de poner en valor y dedicación la primera.
Si la inmigración preocupa tanto como el terrorismo y 30 veces más que las infraestructuras públicas, tendremos que tener una postura conocida y saber transmitir los valores humanos que hay detrás de cada idea política sobre la inmigración.
El silencio es sinónimo de NADA.
Habrá que explicar mil veces mil, que no hay inmigrantes ilegales en los trabajos, sino empresario ilegales que contratan.

A Zapatero le crecen los granos de adolescente

Todo estadista se hace, aunque dispone de una predisposición para tener suerte y ser un excelente gestor de las crisis.
Sin esa capacidad de control de su equipo, de sus problemas, de una gestión eficaz y una dosis de suerte del ganador, es muy complicado pasar a la historia.
La metedura de pata de Alonso el otro día es de enmarcar en papel de cocina y tirar a la basura.
Que Felipe o Almunia empieces a hablar en público es un dato de que el PSOE se encuentra en un momento complicado, aunque mucho mejor gestionado que el PP.
Y la culpa nunca es de los "aprendices", de Pajín o Aido, como se apunta en algunos sectores, la responsabilidad es de Zapatero, que debe liderar y resolver.
Los últimos cambios ministeriales no fueron buenos y no es necesario que el PP lo diga para que se note en las sensaciones. Las medidas tomadas ante la crisis son basculantes y a veces muy escasas de substancia y capacidad en el medio plazo. Estamos hablando de una crisis seria que se tiene que edificar sobre cambios profundos y cimientos que permitan crear nuevas alternativas económicas y sociales. La izquierda española sigue congelada en el siglo XX por no decir en el XIX, y hoy se necesitan nuevas ideas.
El tema de la energía nuclear es un ejemplo de mala gestión política añadida. Se puede opinar a favor o en contra, pero sin duda, se debe abrir el debate con calma y seriedad, porque la historia nos enseña que muchas opciones son a veces desechadas por no saber estudiarlas a fondo.
En estos momentos la sociedad está formada por consumistas convulsivos; es lo que hemos creado entre todos. Es el sistema con el que se hicieron multimillonarios una inmensidad de jetas capitalistas.
Intentar ahora que esa misma sociedad consumista tenga que pagar en impuestos los excesos de los jetas, es imposible. O lo que es lo mismo. Es imposible sin que cruja el sistema. lo cual incluso, puede ser hasta bueno.
Luego si el PSOE quiere estar dentro del sistema capitalista, debe optar por dos sistemas claros, a cual peor.
O subir los impuestos y aceptar la energía nuclear como animal de compañía entre otras medidas impopulares pero tragables.
O bien convocar elecciones anticipadas y dejarse perder (cosa muy sencilla por otra parte), para que sea un PP roto quien intente hacer la tarea dura de salir de la recesión a costa de medidas impopulares.
Si el PSOE deja que el PP se recomponga y tome aire su líder, en las próximas elecciones generales de dentro de 3 años, se asentará el PP por los años y los años. Y si no, al tiempo.