23.6.09

Dipear. Dar sorbitos a toda la vida, a todo en la vida. Saborearun poco de todo.

Somos una sociedad del tapeo. Hemos exportado la “tapa” a toda la vida que nos rodea. Pequeños platitos para degustar algo de todo.
Compramos en “los chinos” cosas que duran poco porque nos gusta comprar y tirar. Comemos en un Buffet porque así podemos tomar cien trocitos de cositas sin sabor. Viajamos hasta el fin del mundo, pero en cuanto llegamos ya nos hemos dado cuenta de que aquello es una mierda y nos queremos volver. Nos bajamos un disco de Internet porque no los vamos a escuchar más de una vez. Vemos una película en la televisión, sin cortes por anuncios y nos jode porque no nos podemos ir a mear.
Hacemos el amor en 12 segundos, besamos mucho de pico a l@s amig@s en el rostro sin darnos cuenta si tienen barba o huelen a maravilla, nos regalan libros que nunca abrimos y menos leemos, somos tiranos por un día en la reunión de vecinos en donde siempre hay un par de bobos que ponen a parir al de la limpieza, somos humanos otro día porque le damos cinco euros a un pobre y nos creemos que le hemos resuelto la vida.
Los anglosajones utilizan un verbo de moda. “Dipear”. Dar sorbitos o lamer algo. Como una mezcla entre saborear y catar en nuestro idioma. Dar bocaditos pequeñitos a todo, y si es posible en el mismo día, miel sobre hojuelas.
Nos casamos un poquito, nos lamemos otro poquito, vamos a misa en las bodas para poder ir al cielo y odiamos a los diferentes lo justo para no sentirnos en pecado.
Somos Dios los viernes por la tarde y el Diablo los lunes por la mañana.
Estamos exportando las “tapas” a nuestra nueva forma de vida.

El turismo en España cae por no saber defender la calidad

Que el turismo en España es una industria de tal volumen que sin él hoy, sería imposible mantener el nivel de vida del que disponemos, es una obviedad que debería hacernos pensar en que algo grave tenemos entre las manos, si baja su volumen.
Pero como siempre tenemos excusas para todo, creemos que es simplemente la crisis globalizada la única culpable de esta bajada.
Pero tras la crisis vendrá la recuperación y la normalidad, y con ella la realidad nueva. Hoy sigue habiendo turista que simplemente cambian su destino turístico principalmente por dos motivos.
La cada vez menos calidad de nuestros servicios y lo obsoleto de aprte de nuestras instalaciones turísticas.
Se disfraza todo con la llegada de nuevos turistas de menos poder adquisitivo, pero que encuentran a España cara y no vuelven, porque la comparan con otros destinos para ellos mucho más baratos.
La inmensa industria hotelera y de alojamientos turísticos en España tiene entre 30 y 40 años. Y muchos alojamientos siguen sin tener aire acondicionado. No es de recibo que grandes hoteles de por ejemplo la Costa Brava, con franceses y alemanes como su mayor cartera de clientes disponga de unas instalaciones obsoletas y caducas.
No es de recibo que nuestra gastronomía sea reflejada por paellas congeladas a precios altos.
No lo es que sigamos apostando por el modelo playa y sol como único sustento, sin añadir cultura y entretenimiento en los paquetes turísticos.
Con el alto precio inmobiliario y el retroceso de los visitantes extranjeros que compran vivienda en España surge el segundo problema. Muchas zonas turísticas se verán en los próximos años más vacías, pues cada vez son menos los turistas que compran segunda vivienda en España y el recambio generacional no se está produciendo.
O ponemos el cartel de alerta en el sector turístico o tendremos un serio problema en cuanto no tengamos crisis para ponerla de excusa.