20.6.09

La participación social en las organizaciones

No siempre la participación en las organizaciones sociales de todo tipo, es sinónimo de eficacia ni de calidad. Pero tampoco de lo contrario. La participación social en la toma de decisiones sirve sobre todo para buscar consensos, para crecer en posibilidades, para saber qué es lo que desea la sociedad a la que representa, para aumentar las ideas posibles entre las que elegir las más eficaces. Pero en sí misma no es capaz de garantizar la eficacia.

En todo toma de decisiones participativas, el papel del organizador, del líder social que es capaz de motivar y de recoger, de separar y dar sentido, de agrupar y sumar es fundamental. De nada sirve ser capaz de recoger miles de ideas, si entre ellas no se entresacan las buenas y posibles, las mejores para el momento concreto, las que ayudan en el medio plazo, las que sin separarse del ideario de la organización hacen crecer a esta por enriquecimiento de sus posibilidades.

Es pues la participación el mejor sistema para enriquecer las posibilidades, pero sin un grupo de personas capaces de clasificar y discernir, sirve de poco la participación para asegurar la calidad.
Sin duda, la NO participación es siempre MUCHO peor, lo que no debe impedirnos analizar los puntos flojos del sistema participativo dentro de las asociaciones, para conocerlos y resolverlos.

19.6.09

Consumo de alcohol entre los jóvenes. Les ayudamos a drogarse para que estén callados.

Se han publicado datos tremendos sobre el consumo excesivo de alcohol entre los jóvenes españoles.
El 24% se emborracha cada semana según estos datos. No estamos hablando del consumo sino del exceso de consumo.
Pero nos olvidamos que los jóvenes son producto de esta sociedad, que ellos no son un agujero negro que funciona por libre dentro de una sociedad perfecta. Y puedo asegurar que con represión no se soluciones unos problemas que son sociales y formativos.
Los jóvenes no tiene muchos caminos que explorar, es algo que debemos asumir los adultos, no les damos muchas salidas para que elijan caminos para su nueva vida. Los adultos somos responsables de las disfunciones de los jóvenes de 14 años, de las de jóvenes adultos de 25 años, de casi todo lo que funciona mal en nuestra sociedad que llamamos occidental y que está empezando a caminar por sendas complicadas por efecto de un consumismo de libre mercado, que no es capaz de mirar al medio y largo plazo.
La educación o el esfuerzo no tienen recompensa, el trabajo es complicado de conseguir y no ofrece compensaciones si se toma con esfuerzo y dedicación pues para los jóvenes sólo tenemos contratos basura.
El alcohol es una parte de la droga que les damos para que se muestren dóciles y callados. A una cierta parte de esta sociedad le parece muy bien que los jóvenes se emborrachen, así no piden sus derechos.