10.3.09

Los avalistas van a pagar las deudas de la crisis hipotecaria

En España la ley puede obligar al embargado por impago de una hipoteca a tener que hacer frente a la diferencia de precio entre el bien embargado y la deuda.
Es decir, puede que debas más que el valor real y actual del bien hipotecado y que en caso de impago, no sea suficiente con la pérdida del bien para cubrir deuda. Los mismos tasadores que valoraron tu piso en 1000 hoy lo pueden valorar en 600 para el banco al que le debes lo que te prestó según la anterior valoración.
Pero además, en caso de embargo, te solicitarán en primera instancia los intereses adeudados, los intereses de demora y los gastos que suponga todo el proceso de cancelación de la deuda con los apremios, embargos, costas judiciales, etc.
Una barbaridad.
Mientras no cambie la ley en España, lo mejor es no dejar de pagar, algo que se complica en tiempos de crisis y de pérdida del puesto de trabajo.
Los avaladores lo tiene igual de mal, pues los bancos prefieren mil veces mil, cobrar dinero de alguien que iniciar un expediente de embargo.
Por eso las cartas de amenaza, veladas o no, son las primera herramienta.
Y sólo queda la negociación con el banco, que en estos momentos es más sencilla que en otros. Se suele terminar con un alargamiento del periodo para que las cuotas sean menores.
Pero si la deuda es con una entidad “usurera” de las que ofrecen créditos “fáciles” el drama crece pues no se van con chiquitas y la amenazas y embargos (porque les benefician) o los alargamientos de deuda con subida de interés son su caldo de cultivo preferido.
Mucho cuidado con las deudas, con quien nos endeudamos, y sobre todo con avalar sin tino.

9.3.09

Zapatero ya no lidera España, debe asumir cambios.

Un año después, España no es la misma, pero no ya por la crisis, sino por el descontento, por la incapacidad para dotar de ilusión a la sociedad, por el desencanto de una población abstraída ante su propio país.
Zapatero no quiero ver la realidad, como no quiso ver la crisis hace ahora un año, cuando negaba incluso la posibilidad de llamar crisis a la crisis.
No estamos ante una España con rumbo sino ante un país con problemas que no está demostrando liderazgo político, que parece esperar a que se vayan sucediendo las elecciones políticas para sí asumir las derrotas como soluciones a los problemas.
Necesitamos gerencia política, soluciones, capacidad de equivocarse, pero no sombría capacidad de aturdimiento y aletargamiento ante los problemas.
Zapatero debe dotarse de otros Ministros, de otras maneras de trasladar ilusión, ha gastado en un año todo lo que se le entregó en forma de poder. Debe renovar a su equipo, porque un Presidente no es el culpabre de lo mal que lo hagan sus ayudante, sino de no saber elegirlos o renovarlos.