1.3.09

¡ACELERA MALDITO!

Hoy, sus cortas patitas se detuvieron nada más levantarme de la cama. No podía hacerle andar porque él no tenía fuerza, no quería correr y yo no era quien para manejarlo.

Llevo unos días en que vivir se han convertido en un largo camino lleno de tiempos eternos que no acaban, y que yo no puedo dominar como deseo.

¡Acelera maldito! Le increpé ayer, pero no me hizo el más mínimo caso. Será que se ha cansado de correr y ya no quiere moverse de su sitio.

Sus agujas no me duelen porque no se clavan nunca, y las hojas de sus días, las que vamos escribiendo en nuestra vida, no las puedo arrancar porque están bien sujetas en la pared de la vida. Él me maneja, y yo no lo puede controlar. Sabes que existe pero no puedes tocarlo, sólo lo observas pasar ante ti y a veces, da para tanto un minuto que…

Hoy se ha detenido, ya te lo he dicho, y espero que algún día sin previo aviso por mi parte apriete a correr, para que pueda ver como será el mañana. Eres eterno, y ya no sé como llenar los huecos que me dejas vacíos. ¿Será esto monotonía?

Espero, ¡maldito!, que algún día me lo expliques, para haber si somos capaces de ponernos de acuerdo tú y yo, de acomodar nuestras vidas para no hacerlas eternas, aunque como sabes, lo de la brevedad o la eternidad depende de ti.

Si pudiera hoy dominarte, lo haría, pero sé que si acabara contigo, también me terminaría yo y no quiero acabar tan pronto. Eso si, desearía doblegarte para hacer de mi vida lo que yo quisiera.

El consumidor socialmente responsable

El consumidor actúa como una masa social que satisface sus necesidades comprando los productos que tiene en el mercado.
Gran parte de los consumidores no son responsables de la función que hacen, ya sea por ignorancia o por engaño o por incapacidad, muchas veces, si no la mayoría, no pueden actuar como consumidores socialmente responsables.

Por ejemplo, en el conocimiento del origen del producto a comprar y de interés en la empresa que lo produce. Es muy difícil para un consumidor que compra diariamente decenas de productos entender de donde viene el producto y si es más responsable comprar uno u otro, ya que en muchos casos son indistintamente iguales o muy parecidos a sus ojos, o incluso está siendo afectado por la publicidad y unos valores que no existen en si mismos en los productos.
De este modo, da igual que una empresa explote a sus trabajadores o contamine más de lo que sería socialmente recomendable si nos preguntaran por la calle, puesto que los consumidores, en su gran mayoría, no pueden penalizar esto en el mercado comprando o desechando el producto.

No hablamos de generalizaciones, ya que las empresas no son entes maquiavélicos, pero si es cierto que aunque lo fueran, la responsabilidad del consumidor se vería muy mermada.
Las consecuencias de seguir financiando unas cosas en vez de otras es en muchos casos es imposible de prever por la falta de información en ese aspecto. El consumidor no sabe realmente a donde va su dinero, ni como se distribuye por el mercado laboral y productivo.

A día de hoy, la relevancia de estos consumidores socialmente responsables es cada vez mayor, puesto que la distribución del dinero que se paga por un producto se distribuye en largas cadenas que afectan mucho más que antes a la sociedad y el medioambiente.

Lo único que verdaderamente puede hacer el consumidor, siendo realistas, es en cuanto a reciclaje y utilización del producto. No comprar compulsivamente, reciclar las basuras y materiales, realizar los consejos de utilización de productos eléctricos y mecánicos (como el coche), etc. Bajo ese plano el consumidor debe cada día ser algo más responsable, para lo cual se ha incrementado el numero de mensajes por parte de los interesados, como el gobierno, en que mejoremos cada día nuestras formas de participar en este tipo de acciones.

De este modo, el consumidor tiene ciertas oportunidades de ayudar y guiar a la economía, pero muchas veces están superadas por la incapacidad de estos a elegir los mejores productos o los más responsables, no por su culpa, obviamente, si no por la desinformación.