15.1.09

¿Qué hacer cuando el amor se rompe?

El amor no es eterno. Ese amor que soñó y se imaginó, el que vivió en un momento dado, no es eterno.
Va cambiando, se transforma y en estos cambios puede bajar tanto que se rompa.
Lo aconsejable es ir adaptándose a los cambios, asumir que nada es eterno y que todos debemos cuidar lo que nos importa. Es cierto que en estos tiempos actuales, es más complicado asumir la inevitable, asumir los cambios de nuestras parejas, aceptar que en los cambios se pierde luz e ilusión, pero es la única manera de asegurarnos la paz interior y la lógica marcha de la vida.
El compañero de vida cambia pero nosotros también. Nosotros tenemos que asumir esos cambios pero él también, es un trabajo al menos, de dos.
Es malo discutir acaloradamente pero también tragar con todo. El respeto es fundamental, pero también el diálogo, la conversación, la empatía.
Cuando ya no es posible la convivencia en calma es inevitable la ruptura, y entonces hay que procurar que no se produzcan heridas. No sirve de nada romper por las bravas. La vida sigue y lo mejor es seguirla con calma y limpieza pero sin dejar heridas en ningún cuerpo.
Y si es necesario, acudir a un consultor, a una persona que haga de intermediario. Puede ser un amigo sincero o un profesional de la psicologia o alguien en que confíen los dos miembros de la pareja.

La mirada de Barack Obama ¿es nueva?

Es muy posible que yo no tenga tan cerca la mirada novedosa de Barack Obama, como la he tenido mientras retocaba la imagen que dejo arriba.
Es sin duda la mirada del futuro, la de la incertidumbre, la que previsiblemente se va a encontrar con viejos problemas y los va a convertir en nuevos. Esperemos que al menos, en nuevas soluciones también.
El día 20 el mundo (hay que asumir la globalización como inevitable) cambia de "jefe" y el nuevo hará suyas las decisiones inevitables, pero también las que exploren nuevos caminos.
Es malo esperar demasiado de un simple hombre, de un equipo de hombres con ganas pero también con enemigos lógicos.
Los problemas seguirán estando y el tiempo es muy necesario para resolver los grandes retos de este siglo que está construyéndose.
Si se hurga con el dedo sobre la superficie del poder del Presidente, se ve que no es tanto como parece y que detrás hay poderes inamovibles. De momento no le dejan tener su móvil ni mandar email ni entrar en foros a responder ni mucho menos comentar en blog. Una pena que no le dejen asentar sobre la realidad.