7.1.09

Hay que rebelarse contra lo que no nos gusta. Contra la opresión mental, rebelión.

Hay que rebelarse contra lo que no nos gusta, da igual si pensamos que es lo correcto o no, simplemente con pensar que debemos cambiar las normas, tenemos que reunir fuerzas propias para intentar hacer realidad nuestros sueños de cambio.
Nada hay más elemental que soñar y seguir peleando por nuestras ideas, ¿quien si no va a defender mejor que nosotros mismos las ideas propias?
Hay que creer en sí mismo, en las ideas propias y defenderlas.
Me da igual qué tipo de ideas configuran nuestro pensamiento, hay que rebelarse contra el corsé propio que nos impide ponerlas en práctica.

La manga riega. Y aquí no llega. Si llegaría, me mojaría.

Surgieron de las aguas con enormes palas y redes, deseando pescar transeúntes despistados. Iban en parejas de dos, porque si fueran de tres serían tríos, y se me quedaron mirando con todo el cuerpo chorreando aguas pestilentas, intentando alcanzarme con sus largas lanzas afiladas.
Me quedé mirando al más oscuro, un instante tan solo pues desde su boca expulsaba un vapor nauseabundo mezclado con grandes bocanadas de humo atemorizador.
Al llegar a casa, observé bien la imagen tomada y me dí cuenta de que fumaba una faria. ¡Maldito miedo, el mío!