3.1.09

No sé si existe Dios, pero si que existe mi Dios

No tengo ni idea sobre si existe o no ese Dios que es de y para todos.
Si sé que existe mi Dios, el mío, el que no depende de ninguna institución, el que está por encima de hombres vestidos de blanco, rojo o negro, ese que no es capaz de actuar sobre nosotros, porque somos una minúscula mota de polvo en un inmenso espacio inabarcable.
Mi Dios me lo inventé yo mismo, faltaría más que yo no pudiera hacer con mi pensamiento lo que considerara.
Y lo adorné de los acompañantes que quise, todos ellos muy habladores conmigo a los que consulto cuando los necesito. Mi Dios tiene la ventaja sobre el vuestro, de que me pertenece, de que me escucha y es mi amigo, de que siempre va conmigo. Yo no necesito ángeles de guardia y custodia, yo voy viajando por la vida, directamente con Dios.
Sé que estoy loco, tan locos como todos vosotros, tan necio, cuerdo, lego o imbécil como todos los humanos que les da por creerse importantes.
Yo soy importante porque estoy vivo.
Soy importante porque puedo escribir y leer, amar y hablar, amistarme y elegir.
No sé si existe Dios. Me da igual. Yo ya tengo el mío.

Las rebajas de enero, se adelantan y se amplían

Tras las navidades eufóricas, vienen siempre las semanas de resaca, las rebajas que este año se han adelantado, la calma y la reflexión.
Hemos comenzado el año escuchando ofertas de una marca de coches rebajando sus productos un ¡¡25%!!, que ya es. Pero lo malo llegará a principios de febrero cuando se nos den los datos de enero. Tenemos pues todavía unas pocas semanas para no ponernos tristes.
Da la sensación de que la crisis está ya digerida, asimilada, y que incluso lo que se desea es olvidarla para no creer que existe.
Para desgracia de una parte de la sociedad que la están sufriendo o la van a sufrir en forma de pérdida de puestos de trabajo, van a ser meses complicados.
Pero todavía no nos hemos escapado de una posible "gran" crisis. Las medidas propuestas no están llegando, los datos económicos de producción son muy malos. Los de empleo también. La liquidez no se trasfiera a los consumidores, los bancos le teman más a los impagados en cascada que a no hacer negocio. Y están empleando la liquidez que consiguen para tener reservas por lo que pudiera pasar.
Inevitablemente, sólo un banco sin morosos podría hacer la labor de dotar de liquidez al sistema, si entraba en él con suficientes recursos.
Si, estoy hablando de un banco público, no hay otra solución.
Posiblemente en vez de comprar trozos de bancos a costa del presupuesto, adquiriendo activos a medio y largo plazo, hubiera sido mejor crear un banco estatal con la finalidad de otorgar liquidez a familias y PYMES en estos tiempos de parón. Crear un banco no es nacionalizar, se puede crear y hacerlo desaparecer en unos pocos años, puede ser incluso virtual si se dedicara el ICO a avalar y conceder créditos a través de entidades financieras concertadas.
Pero si sólo otorgamos liquidez a bancos, y exigimos que den el dinero a quien tenga garantías de devolución, no se reactivará la economía, pues el criterio actual de solvencia es muy diferente al de hace 1 año. Hoy casi nadie puede pasar el filtro para serle otorgado una hipoteca.
Que el tipo de interés sea bajo no es garantía de devolución ni de poder soportar bien el crédito. Todo endeudamiento debe contar con la amortización. ¿Quien garantiza hoy que se puede devolver lo prestado, incluso con interés cero?.