10.12.08

Ivan de Gran Hermano 10, como ejemplo de resistencia

Gran Hermano, guste o no guste, es un programa que sirve para ver cómo los comportamientos de las personas se convierten en diferentes caminos, como si de una partida de ajedrez se tratara.
Ivan está siendo el concursante odiado de esta edición de GH 10, y que sirve para que la audiencia que vota tanto con llamadas como a través de interner, goce de inmunidad.
No se trata de saber si Ivan es bueno o no, si tiene razones para su comportamiento; se trata de que al ser el odiado, es apoyado como el débil por los que están observando.
Curiosamente en la vida en general sucede esto mismo, si participamos de los grupos sociales, odiamos a alguien, tenemos sin proponérnoslo, la necesidad como animales que somos, de odiar a alguien. El ejemplo más corriente se de en los colegios. Pero a la vez, el débil es apoyado pasivamente por el resto que no interviene, pero que tampoco lo defiende más que si acaso, cuando se le solicita su intervención.
Esta año a Ivan, son sus enemigos los que le están haciendo buen concursante.
Y sin duda, el guionizado de los capítulos de un programa que nos sirven como natural y real, cuando está estructurado sobre un guión realizado para que tenga audiencia.

La eyaculación precoz. Un problema con solución.

Tener placer a destiempo es un pequeño problema que debemos corregir y asumir. Y es pequeño si somos capaces de intentar resolverlo o un gran problema si lo obviamos.
Los hombres nos excitamos con mucha facilidad y algunos nos corremos mucho antes de lo deseado para la mujer pero también para el hombre, creando un problema en la relaciones sexuales, que debemos corregir.
Emplear condón retrasa el orgasmo, pero muchas veces los hombres que padecen este problema ayeculan antes de penetrar, con lo que esta solución no sirve.
Hay que entrenarse con lentitud en dos aspectos.
Uno en reconocer en qué momento va a venir la eyaculación, para controlarla, pararla con respiraciones fuertes o con pellizcos suaves en la zona del glande o con el cese de los juegos sexuales.
Es fundamental conocerse para detener el momento anterior a la eyaculación.
Pero hay muchos casos en los que es complicado detectar ese momento.
Un truco que sirve, es masturbarse un hora antes de realizar el acto sexual. Y si no se sabe en qué momento se va a realizar, masturbarse pocos minutos antes, mientras uno se ducha para prepararse ante el sexo. Así se acude al encuentro sexual con los deseos más relajados.
Y si todo falla, hay que acudir al médico, porque el placer de la pareja debe sincronizarse lo máximo posible y hay soluciones médicas para este problema.