10.10.08

Campaña electoral en television (televisión)

El uso de la televisión como medio político se remonta a más de 40 años, con diferentes picos de uso tanto en cantidad como en calidad.
Los que peinamos canas todavía podemos recordar a un Adolfo Suarez avisando por televisión la noche última de campaña (en su triunfo de 1979 creo), que los rojos socialistas venían (eso si, con otro idioma, pero que fue suficiente para asegurarse una buena parte de los indecisos y ganar).
Ahora Obama compra minutos en televisión como quien compra espacios en las vallas publicitarias.
En España es normal que se compren espacios publicitarios, pero no que se adquieran grandes paquetes de minutos en horario de máxima audiencia para ofrecer un programa entero de media hora.
Imaginemos el tirón que supondría a un candidato durante 30 minutos después de los informativos de la noche, en diferentes días según cadenas y en una entrevista organizada por su propio director de campaña electoral. El formato casi daría lo mismo.
Estamos hablando de un programa previsiblemente con gran audiencia, abierto a diferentes formatos, que tendría más o menos audiencia según como se hiciera la campaña.
Imaginemos que todos los gastos en vallas a todo color y mitines fiestas por todo el país se guardaran para este gasto televisivo. Con cartelería en B/N para anunciar el día de las emisiones, sería suficiente.
¿Cómo reaccionaría el elector?
Sin duda las campaña electorales al uso, con mitines para incondicionales y cartelería que llena las calles, tiene los años contados.

9.10.08

Viniste por la crisis, volverás por las palabras.

Las palabras nos envuelven en un estado sociológico, colectivo, de conversaciones de ascensor. “Como está la crisis hoy, ¿eh?” “Ya ves… y eso que aun no ha venido el mal tiempo”.
Y por momentos, parece que no hay nada más en la faz de la tierra. Vivimos por ciclos, por grandes acontecimientos esporádicos. El mundo se ha debido parar mientras los bancos se afanan en quebrar.

Y el valor del dinero es vapuleado, mientras el cambio climático nos da un respiro en nuestras consciencias. Es bueno no sentirse culpable alguna vez.
Las palabras en cambio ganan valor. Internet nos provee de ello, aunque debo decir que todavía no hemos llegado a un estado satisfactorio, pero estamos gateando, y eso ya es algo.
La información es crucial si queremos una sociedad donde el ascensor de paso a la sala de debate, y la gente pueda opinar de verdad en algo más que un metro cuadrado durante medio minuto. Si bien, falta información. Y sobre todo, falta respeto.

Pero, pregunto yo: En un mundo donde todo se convierte en especialidades, donde todo tiende a ser relativo y opinable, y donde la mala política nos transforma los debates en soltar ideas propias sin escuchar las ajenas, ¿Podemos crear un mundo donde exista gente que solo pueda debatir consigo mismo, y donde los que puedan debatir con los demás se encuentren en un callejón sin salida por el efecto ético y moral? ¿Podemos hacer algo para cambiar el hecho de que nos movemos inexorablemente hacia ese punto?

Saludos