3.10.08

Cómo dejar el alcohol de manera rápida. 11 Consejos.

¿Quieres dejar de beber en exceso, dejar el alcohol de manera rápida?

Mira, necesitas una gran fuerza de voluntad, estar seguro de que en realidad eres libre y de que quieres hacer con tu vida lo que a tí te de la real gana.

En el mismo momento en que decidas que sí quieres ser el dueño absoluto de tu vida, haz lo siguiente:

Tira a la basura todo el alcohol que tengas en casa. Si, es duro pero es inevitable como primera medida.

Esa misma mañana haz partícipe de tu decisión a todos tus allegados, a tu familia, a tus amigos. Diles que has tomado una gran decisión vital.

 Acude a tu médico de familia para explicarle tu decisión. No le vas a solicitar más ayuda que la de hacerle partícipe de tu decisión y de que sea esa persona quien te logre aconsejar y ayudar si tienes dudas.

Toma agua, mucha agua, dos litros al día al menos,  un litro más que antes de haber tomado la gran decisión. 


 Lleva chicles en el bolsillo por si te apetece cambiar de sabor.

Apunta en un pequeño calendario cada día que consigues pasar sin beber alcohol. Lleva incluso si te apetece, un pequeño diario en donde apuntes tus impresiones (esta es una muy buena ide, es para tí solo).

Cambia de recorrido cuando vuelvas del trabajo, intenta no pasar por la calle en donde está el bar en el que parabas todos los días, y si tienes que entrar en él, piensa antes de entrar en decirles a todos que ya no bebes lo mismo, que ahora bebes ¿XXXX?, una bebida nueva que has encontrado como sustituto y que NO tiene alcohol.

Busca un sustituto para esos momentos en que es muy difícil negarse por motivos sociales a beber. Un mosto, una tónica, una cerveza sin alcohol con limón (ojo con esto pues llevan algo de alcohol en algunos casos), un café con leche, un agua con gas, un zumo, un refresco de cola, una bebida amarga sin alcohol, una limonada, un té, una limonada natural, un Aquarius.

Si no te sientes con fuerza de dejarlo todo de golpe, no te preocupes, también es posible dejarlo poco a poco. Pero es más complicado. Apunta en una hoja lo que bebes cada día, observa cómo va bajando la cantidad a la semana, bebe muy lentamente la bebida, saboreando la misma y alargando el tiempo de la bebida. Intercala con las bebidas alcohólicas de siempre nuevos sabores sin alcohol y degusta la diferencia. No bebas nunca más ese alcohol puro destilado y tal y como sale de la botella, mézclalo con agua o con bebidas carbónicas.

Come algo con la bebida, no tomes nunca alcohol con el estómago vacío.

Si no puedes dejar de beber de golpe, toma la decisión de marcarse metas. Apunta en una hojita los días de la semana en que NO vas a beber alcohol y respétate en tus decisiones. Observa como eres capaz de dominar el alcohol, de respetar tus propias decisiones. Y vete ampliando estos días poco a poco.

Nota.: Muchas gracias a todas las personas que han puesto comentarios en esta entrada. Ya os pertenece a vosotros, es mucho más lo que habéis escrito vosotros de lo que yo empecé a escribir.

Nota 2.: En esta entrada (pinchando aquí) se podrá saber algo más sobre a quién se debe considerar un alcohólico y a quién una persona con dependencia. Es diferente y lo que hay que hacer es también distinto.

El alcoholismo como enfermedad social

El alcoholismo es una enfermedad silenciosa, que rompe vidas y familias sin que seamos capaces de erradicar el problema que genera en los enfermos.
No existe droga más barata que el alcohol. Es cierto que lo mismo que en pequeñas cantidades puede resultar algo agradable, se convierte en una droga incluso mortal a largo plazo en el momento en que se consume sin poder controlar.
Las personas alcohólicas creen casi siempre que ellos pueden controlar el consumo, que cuando se han propuesto dejar de beber lo han conseguido, y se consuelan diciendo que si beben, es porque quieren.
Es falso, lo siento, no pueden dejar de beber cuando ellos quieren, están atrapados sin darse cuenta en una trampa que creen incluso que les beneficia.
Muchas veces la propia vida les lleva a la bebida como escape, se utiliza el alcohol como herramienta para cambiar la vida cuando no es sencillo hacerlo de otra manera. Aquí es donde toda la sociedad tiene parte de culpa, pues antes de que esto sucede debe tener mecanismo de ayuda, de solución para los problemas que conducen a la bebida.
El número de separaciones por culpa de la bebida es muy alto, al igual que el de abandono laboral, incluso el de suicidios. Cuando la persona atrapada en la bebida se convence él mismo de que no está enfermo y de que no necesita ayuda, es casi imposible ayudarle.
El camino de la solución empieza por aceptar que se tiene un problema, por admitir las ayudas externas y por hacer cambios en la vida. Habla con tu médico de familia y escucha.
Nada hay en el mundo que con sólo 5 euros te pueda hacer volar y olvidar los problemas. Te envuelve el alcohol y te atrapa robándote la libertad. No se es libre de dejar de beber, se pierde la libertad de decir NO por mucho que se piense lo contrario.