10.8.08

Poema del palestino Mahmud Darwish


Un metro cuadrado en la cárcel
Ésta es la puerta, y detrás el paraíso del patio. Nuestras cosas, todo lo que nos pertenece se esfuma. 

La puerta es la puerta, puerta de la metáfora, puerta del cuento, puerta que purifica a septiembre, puerta que lleva los campos a la génesis del trigo. 

La puerta no tiene puerta, pero yo puedo acceder a mi salida, enamorado de lo que veo y no veo. ¿Tanta gracia y belleza en la tierra y la puerta no tiene puerta? 

Mi celda no ilumina más que mi interior. Que la paz sea conmigo, y paz al muro de la voz. 

Para alabar mi libertad he compuesto diez poemas, aquí y allí. 

Amo las migajas de cielo que se infiltran por el tragaluz de la cárcel, un metro de luz donde nadan los caballos y las pequeñas cosas de mi madre, el perfume del café en su ropa cuando abre la puerta del día a sus gallinas. 

Amo la naturaleza entre otoño e invierno, a los hijos de nuestro carcelero y las revistas esparcidas por las aceras lejanas. 

He compuesto veinte canciones satíricas del lugar donde no hay espacio para nosotros. 

Mi libertad: ser lo contrario de lo que quieren que sea. 

Mi libertad: ampliar mi celda, continuar la canción de la puerta. 

Puerta es la puerta. 

La puerta no tiene puerta pero yo puedo acceder a mi interior...

Aprender a decir NO

¿Cuanto hace que no has dicho NO con suavidad, con calma, con la seguridad que te da saber que ese NO es lo mejor que estás haciendo?
Para decir NO lo primero es aprender a decirlo con calma, sin mala baba, con la misma tranquilidad con la que decimos SI.
Si eres capaz de decir NO con el mismo talante, el mismo humos con el que dices SI estarás diciendo lo que sientes con toda tu fuerza.
No hay distinción si crees que una negación es lo lógico, pero aprender a decir NO es el camino para a veces, recobrar la libertad.
Nadie te obliga a acudir a esa boda que no te gusta, a esa cena que no te apetece, vestirte con corbata si no te gusta o con pantalón corto porque vas a ir a pasear a la playa.
Las normas las debes marcar tú, no existen normas fijas, todas se han cambiado y se modificarán en el futuro, las normas las ponen otros por tí, y si no afectar al respeto de los demás, no deben sentirse como obligatorias.
Eso si, decir NO es un acto responsable, igual que decir SI, hay pues que medir el momento, el lugar, el porqué. Pero si deseas decir NO, prueba, te sentirás más libre.