20.6.08

Cuando los sindicatos no se explican, marean.

Que el Presidente o Secretario General de un sindicato hable, es como poco, para leer. Y a veces da miedo ver ciertas posturas que como no se explican con claridad, preocupan.
Es cierto que ahora hay crisis, palabra por cierto borrada del RAE, pero debe haber crisis solo para una parte de la sociedad, pues los indicadores de riqueza se mantienen sin tocar.
Se venden menos coches, pero de algunos modelos. De otros no se nota tanto la crisis.
Por eso que el señor Fidalgo diga que hay que reformar las pensionas, siendo que siempre que se reforman son para restarles valor social, preocupa.
Si al menos algunas de las reformas, en algún momento, hubieran servido para dotarlas de más amplitud, pues cabría la duda, pero a lo sumo, se han tomado decisiones para poder soportarlas mejor desde su propia contabilidad.
Quiero recordar que no pasaría nada porque parte de las pensiones las sujetaran los Presupuestos Generales del Estado, como ya hacen por ejemplo con los gastos militares, la Casa Real, o los gastos educativos.
Si un día las cuentas de la Seguridad Social no salen con superavit, tirarán de las remesas ahorradas y si por un casual estas se acabaran, no habría que cerrar la S.S., bastaría si se quiere con que el déficit lo enjugara el Presupuesto General.
Así que menos miedo, por favor, y que los sindicatos ocupen su localidad, porque marean a veces, pero de miedo.

Cómo conseguir los mejores consejos sencillos y rápidos del mundo

A veces en tu vida, tú mismo has tenido ocasión de ser objeto de consulta para dar consejos antes diversas situaciones. Tus amigas, tu familia, tus compañeros han solicitado directa o indirectamente tu opinión sobre algún tema que les afectaba.

Y tú lo has hecho lo mejor que sabías, y a veces te has sorprendido de que tus propios consejos fueran bueno y funcionaran.

Y a la vez, otras veces has sido tú quien necesitaba consejo, anhelabas la voz ajena que te abriera algunos caminos que te atascaban en tu camino. Y a veces lo has podido solicitar pero otras veces no.
Te propongo un ejercicio muy sencillo, que siempre tendrás a tu alcance y que te sirve para todos los días preparado para trabajar para ti.

Pregúntate.

Si, es así de sencillo.

Coge una página en blanco y escribe una pregunta que necesita respuesta. Y a continuación respóndete, responde a la cuestión.

Yo si que creo que eres capaz.

P- ¿Hago todo lo que debo en esta relación, están de acuerdo conmigo?
R- No, creo que te implicas poco, que esperan más, que tú puedes dar más.
P- ¿Debo realizar ese viaje?
R: Es posible, pero antes de que lo decidas, revisa si estos aspectos que tu bien sabes, te pueden complicar la situación, los tienes sujetos.

Sin duda la visión externa ante los problemas es imprescindible, pero muchas veces escondemos respuestas que no sabemos que están esperando, y la escritura nos puede abrir la ventana y mostrárnoslos. 

Es tan sencillo como forzar el deseo de responder, para que se atreva con una misma, para que al menos dé apuntes que te enseñaran nuevas posibilidades.