25.4.08

Vuelve el fantasma del paro a España sin haber resuelto la precariedad ni la mala calidad del empleo

Los 2.174.200 parados que en la actualidad hay en España no son todavía un dato preocupante, pero inicia un camino de crecimiento negativo en el trabajo, sin haber resuelto parte de los problemas que convierten a España en un país con un nivel laboral muy inestable, con muy poca calidad en el empleo y con un ciclos muy marcados en su estacionalidad.
Dependemos en exceso del turismo (y menos mal, porque sin este servicio nuestras cuentas serían tremendas) y del sector servicios y construcción (España es casi única en este último sector), sin tener un valor añadido en sectores como la agricultura o la ganadería aunque mejoran, y una debilidad manifiesta en la industria.
Depender de sectores como el turismo o la construcción nos convierte en muy débiles ante el miedo, ante la crisis por desconfianza.
Los jóvenes no están ocupando empleos con arreglo a su formación; una gran parte del centro y sur de España necesita una reconversión total en su medio económico, para que tantos habitantes y tanto territorio se actualicen abandonando la productividad tan baja en el sector agrario; estamos abandonando a toda la población mayor de 50 años sin formarlos de nuevo; la formación profesional y empresarial es baja; los sueldos son bajos a la vez que la competitividad de nuestras empresas es baja.
Se demuestra que pagar sueldos bajos no es sinónimo de competitividad ni mucho menos de productividad, sino más bien al contrario si analizamos datos de países cercanos al nuestro con sueldos bastante más altos.
Si el recurso económico de las personas no es bien utilizado, está desmotivado y sin perspectivas de futuro, así estará nuestro sistema económico. Es un problemas de confianza, de mal funcionamiento de los recursos humanos. Incluso se diría que a la sociedad no le importa demasiado que la situación del país sea mala, porque la de las personas ya lleva un tiempo siendo mala.
¿Cómo podemos convencer a un joven sin futuro de que crea en su país y en su economía si a él no le dan contra prestaciones para su futuro? ¿es posible motivarlo si no cree en el sistema sobre el que va a tener que participar?
Si el futuro es estar pendiente del paro y de la crisis sin haber salido todavía del bache anterior, estamos condenados a una muerte como sociedad.O lo que es peor, a una enfermedad constante.

Los trabajadores mayores de 50 años y la pobreza

En estos momentos TVE (y como ellas varias grandes empresas más en España) están en un proceso de prejubilaciones anticipadas (ERE) que si aprueban los trabajadores en referéndum, llevará a su casa a 4.150 trabajadores mayores de 52 años. No es entendible que este mismo sistema de adaptación terrible de las plantillas no sea posible en todo tipo de empresas. Y me explico.
Lo malo es que se prescinda de trabajadores a esa edad.
Pero lo peor para los trabajadores es que muchas empresas pequeñas y medianas en crisis, al no poder hacer uso de ese sistema, directamente utilizan el sistema del despido o del mobing.
Según la Constitución todos los españoles somos iguales ante la Ley. Pero en este sistema de limpieza laboral neoliberal, los perjudicados son los trabajadores que tienen la mala suerte de trabajar en una empresa sin nombre. Porque encima lo grave no es que esos trabajadores terminen en el apro y sin posibilidades de encontrar trabajo, lo realmente vergonzoso es que estas personas dispongan para su jubilación de unos varemos de cotización que tienen en cuenta estos últimos años, lo que les convierte además en jubilados pobres para el futuro.
No es recomendable que las personas de 52 años se vayan al paro o a la jubilación, pero mucho menos lo es, que se vayan a la pobreza.