13.1.08

El ahorro y los sueldos.

Todos sabemos como funciona el ciclo económico de renta-gasto.
Las personas reciben una renta por producir que gastan en el consumo de la producción de otras personas, lo cual genera la renta de estas y así hasta el infinito.
Este ciclo económico funciona igual, haya muchos o pocos trabajadores.

Y la pregunta es, ¿Cómo hemos podido pasar a cobrar unos sueldos de miseria si la economía va tan bien según Zapatero?
Habría muchas explicaciones, pero el otro día se me ocurrió una que no había oído nunca, el ahorro. Desde luego hay un factor también muy importante y que critico mucho, que es el “efecto intermediario” del cual hablaré otro día.

La importancia del ahorro

Creo que no miento si digo que se ahorra bastante menos que antes. Las razones son, no tanto por los ciclos económicos, sino culturales (generaciones, globalización, etc.). El Carpe Diem que tanto daño ha hecho a las económicas domesticas, que nos obliga a “vivir al día” sin preocuparnos tanto del mañana. Bien es cierto que el tener una seguridad económica por parte del estado (subvenciones, sanidad...) ayuda a ese descenso del ahorro.

Supongamos en base teórica, que disponemos de 100 trabajadores en una económica que cobran de media un sueldo de 1000 euros. Una vez que cobren podrán comprar cualquier cosa hasta un valor máximo de 1000 euros cada uno.
Supongamos que ahorran la mitad de todo lo que ganan. Las empresas producen por valor de 1000, pero sus trabajadores solo pueden comprar por valor de 500 (los otros 500 los han ahorrado). Esto hace que la economía necesite más consumidores o que descienda la producción.
La producción como tal en el mundo real, no tiende a descender ya que tenemos un mercado exterior al cual podemos dedicarnos si tenemos excedentes, así que generalmente hablando podríamos decir que se tiende a crear consumidores. ¿Y como se crean consumidores? Pues creando puestos de empleo que generen rentas.
Estos “nuevos empleos” no tiene por qué añadir producción bruta ya que entonces siempre produciríamos el doble de lo que podríamos comprar (si seguimos ahorrando la mitad).
Esos nuevos empleos pueden desempeñarse en servicios (de ahí su gran importancia en los países más ricos), que se añadan a la verdadera producción de subsistencia (alimentos básicos, viviendas, infraestructuras…), como puede ser el ocio.
Además el ahorro permitiría mas fácilmente a las empresas invertir en el exterior o en nuestro propio país, fomentando la creación de nuevas y mejores infraestructuras o productos.

¿Qué ha pasado? Que hemos descendido en nuestro ahorro porque cobramos menos.
Ahora cobramos menos, pero los restaurantes y los bares siguen llenos, todos tenemos el ultimo móvil del mercado, teles de plasma, etc.
¿Y por que seguimos consumiendo lo mismo, si cobramos menos?
Porque ahorramos menos.
Las empresas han visto que no necesitan “crear consumidores”, y por tanto no necesitan “crear productores” para vender lo mismo.
Ha habido una transferencia conjunta de [menos ahorro y más consumo], con [menos sueldo e igual consumo].
Al final las empresas venden lo mismo o más.
Y bueno, no es que no haga falta “crear más empleo” sino que no hace falta subir los sueldos. Ya que la demanda de las empresas se ve suplida por el ahorro que las familias van disminuyendo poco a poco.

¿Consecuencias? ¿Soluciones?

Vivimos en una sociedad de consumo donde tendemos a estar a la última, y eso implica ahorrar menos si los sueldos son menores.
Si tenemos que “empezar de nuevo” con el progreso de los sueldos, algo muy importante sería cambiar nuestra forma de consumir y de pensar. No hay que quedarse atascado, pero tampoco querer tener todo último modelo, estar siempre de restaurantes, comprar jamón del mejor o cerveza australiana.
Y recordad que la economía como la estadística habla de generalizaciones, estoy seguro (porque los lectores del blog son mas afines a los escritores), de que ustedes son de los más ahorradores de la economía.

Esto es, en si mismo, un pequeño ciclo.
Pero desde luego ni mucho menos, lo expuesto arriba es un factor determinante en la economía de hoy en día. Es solo uno de tantos factores que nos afectan, quizás uno no muy determinante, pero si curioso.

Saludos.

11.1.08

Steve Job y la próxima semana

Esta imagen no es mia. No se puede copiar.
Steve Job es el amo, el jefe que me dice cuando me tengo que gastar los ahorros, el líder de mi partido político más querido, el tipo que consigue que mi querida esposa me mire con cara de asombro y asco cada vez que entramos en la Fnac o en la Apple Store de Londres, una vez y otra vez.
Esta próxima semana presenta cosas nuevas, y me ha pillado con la cartera a mitad de llenar, así que ya estoy buscando cóo sisar en las compras, cómo dejar de fumar yo que no fumo, cómo ahorrar en la cesta de la compra pasando del ternasco al cerdo.
Mis hijos me miran divididos.
El hijo con cara de satisfacción porque pertenece a mi mismo partido.
La hija con cara de pena porque no me entiende y apoya a su madre.
De momento los hombres nos hemos encerrado en el baño, y no pensamos salir hasta que por internet nos digan si vamos a tener que gastarnos los ahorros o podremos respirar.
Sí, soy anticonsumista. De todo. Anti sistema. De todo.
De todo menos de Apple.
Y me han dicho que igual sacan un ultra portátil que nadie sabe cómo es pero que yo si que se como lo quiero.
Quiero una PDA un poco más grande, más delgada, pantalla tipo IPhone, con conexión USB y un sistema operativo tipo PALM, capaz de leer PDF y de admitir páginas web desde tu ordenador, capaz al menos de recoger email aunque no sea un teléfono porque para eso ya está el teléfono, con una pila que dura una semana, con admisión de tarjetas de memoria pero con una interna suficiente, que sea capaz de reproducir MP4 como el IPod, y que valga menos de 400 euros.
Y no pensamos salir del baño, por lo menos hasta que se nos acabe el papel. Hemos metido un jamón y el ordenador portátil con la conexión inalámbrica.
Date prisa Steve.