17.12.07

Pisa y la lectura (la receta)

Hoy en el noticiario de Cuatro han puesto unas imágenes de un corto en donde se mostraba como en un colegio de Alicante habían conseguido que los alumnos leyeran 10 libros por curso.
Y a los alumnos les gustaba leer aquellos 10 libros.
¿la receta milagrosa?
La misma que desde hace más de una década se utilizaba en el Colegio Público Tomás Alvira de la mano de la profesora María Dolores Tolosa.
Llevar a los alumnos a la biblioteca del colegio y dejarles que ellos eligieran el libro que iban a leer.
Así de sencillo, aunque algunos lo descubran ahora. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Mis hijos, sus alumnos, leen mucho y tienen en casa su propia biblioteca, y aquella profesora utilizaba un mecanismo lógico, normal, simple. Que cada persona tenga libertad para leer lo que quiera.
¿No es mucha libertad podrán decir algunos?
No, pensemos un poco, en la biblioteca del colegio ya están los libros filtrados por la lógica educativa y de calidad. Es una libertad educativamente dirigida, pero es una libertad.
En Zaragoza ya se hacía hace muchos años y nucna salió en los papeles.

Los fríos

Los fríos son buenos, limpian, purifican, matan los malos pensamientos y los caminos equivocados, y a los bichos que se menean fuera de fecha.
Yo no creo en los fríos porque soy un blando y así no se va a ningún sitio, pero que no crea, no resta valor a saber que además de darme cuenta tengo dos bemoles para no creer.
A veces no creer en algo es más difícil que creer que es lo fácil.
Todos creemos en algo, yo en la primavera y en el otoño. No se, me parecen decisiones interesantes. El verano es el crecimiento, el desarrollo, la fuerza y el poder. Pero yo en cambio prefiero el nacimiento, el crecer con la suavidad de un día si y otro tampoco, y en el otoño del saber perder, del saber decir que no a los calores y a las fuerzas, del ir bajando la montaña con la carga llena de hojas secas que no muertas.
Las hojas no mueren, se transforman en compost y en vida otra vez. Sin hojas secas que no muertas, no habría vida posterior.