15.6.07

EXPO 2007

Hoy pensaba escribir solo sobre la Expo de Zaragoza. Pero no me dejan. Cachisla.
Ayer estuvimos revisando las obras mi santa y yo. Por fuera. Como los jubilados.
Bien.
Mucho cemento, mucha grúa, mucha excavadora, mucha seguridad. Bien.
Revisamos al parque que han hecho a la entrada por el Puente de la Almozara y bien también.
Habrán visto que un tipo jilipollas ha escrito en los hermosos bancos del parque una frase escatológica. No es un chaval efervescente sino un abuelo resabiado al que han visto varios vecinos con la navajica en la mano. Tontos hay en todas las partes.
La entrada con las piedras de río en forma de columna guapas, ya pondré fotos. Y los efectos con el agua, de diseño y modernos, aunque copiados de Barcelona; pero todo vale, más teniendo en cuenta que Barcelona es mucho Barcelona.

Yo tiemblo con la Expo, porque amo Zaragoza, y me sabría muy malo que en la foto del corte de cinta no estuvieran los que tienen que estar. ¿Me entiende señor Juan Alberto? Va a ser muy difícil eso, lo se, pero los negociadores de imposibles antes se llamaban San Antonio y ahora se pueden llamar San Juan Alberto.
Mire los Reyes Magos eran muchos, y algunos no quería ser Rey Mago porque es una carga muy pesada, todo el año preparando los regalos para que luego a los niños no les guste el juguete y se cambien a Papá Noel, como si este tipo nuevo les fuera a dar el oro y el moro.
A Gaspar (el Rey) le toco el incienso, que la verdad nadie sabía entonces para que servía. Ahora si que se sabe, para nada.
Pero en cambio a Melchor le tocó llevar el oro.
Le puedo asegurar que aun con esas, siempre han quedado como los 3 Reyes Magos durante siglos porque nadie se puso a pensar si lo que él llevaba en su caja era más o menos importante que lo del otro.
Lo importante era llegar y que te convirtieran en figurita de Navidad.

14.6.07

Gazapo

Si, no es ninguna equivocación, es un plato de tamaño normal y contiene un gazapo. Yo no me lo comería nunca, prefiero los conejos más bien grandes y asados a mi manera.
Sobre una bandeja pongo patatas cortadas a láminas al igual que cebolla a modo de cama. Sobre esto deposito el conejo limpio con la piel hacia arriba y lo rocío bien de aceite de oliva, sal y pimienta recién molida. Unas hojitas de romero también recién cortadas son imprescindibles (una maceta dura años).
Para la base mezclo en un vaso mediano agua y brandy a partes iguales y pongo la mitad debajo de la bandeja para cubrir casi las patatas, reservando el resto para rociar la carne según se vaya asando.
A horno muy fuerte meto la bandeja y a los 2 minutos bajo el horno a no más de 170 grados. sobre el 7 en una escala del 1 al 10.
Si se seca le voy añadiendo del vaso, humedad en forma de lluvia.
Pero el asado tranquilo y reposado es la clave. Menos de hora y media nada de nada.
Si se termina de asar antes de tener que servirlo, y una vez que el color es el deseado, se recubre con papel de aluminio para que no pierda humedad y no esté seco.
Como variantes permito a veces una rociada de limón, algo de tomillo, cambiar el brandy por vino tinto y servir salsas tipo ali-oli o algunas algo picantes. Con tinto saldrá la carne más gris, pero si el vino es bueno puede compensar.
Se trata siempre de engañar al comensal y hacerle creer que es conejo de campo, por eso el aroma de las hierbas es fundamental.