9.3.07

Esperando el autobús

Están esperando los autobuses, y se les ve nerviosas, guardando fila aunque algunas exaltadas ya revolotean por encima queriendo salir cuanto antes a conquistar Madrid. Es lo que tiene saber volar, que te permiter ser tan libre que te crees por encima de todos los demás.
Yo estoy totalmente a favor de que nos manifestemos cuantas veces sea necesario e incluso que se haga en contra del Gobierno de turno. Es mi obligación (estar a favor) poque yo también lo hice en mis tiempos mozos, pero eso si, nunca tuve la suerte de que me acompañaran ministros, expresidentes, gentes de la tele, guaperas con traje y señoras mayores. Pero eso es lo que tiene haber nacido antes o después, que nunca se sabe. Bueno ahora que caigo, si que me acompañaban gentes de mal vivir, es cierto, solo que por aquel entonces ni ellos sabían que iban a ser importantes.
A mi lo que me da miedo en realidad es que después del sábado ya no queda nada. Y claro, como las mentes de los amigos del márketing y la publicidad son tan dadas a pensar, estoy seguro que para llamar la atención le darán vueltas a su cabeza. Como también yo toco el palo de la publicidad aunque de refilón, también he pensado.
Veamos.
Queda quemar cajeros. No, eso no que ya está patentado.
Quemar iglesias tampoco pega, excepto que sean protestantes o de las de altavoz a ciertas horas.
Quemar sindicatos no es de recibo ahora que están tan calmados. No.
Ya lo tengo, se podrían quemar barrios pobres, zonas degradadas y llenas de bichos, barrios asentados pero ya vacíos de gente autóctona, calles con grafitis que eso indica que no viven gente de fiar, ciudades enteras en donde ganas los traidores. Jope, la de adosados que podríamos construir después, ¿pero como no se nos había ocurrido antes?
El caso es divertirse y dejar nota en la historia.

8.3.07

Los autobuses del sábado

El próximo sábado será el día de los autobuses, el día en el que Madrid será una ciudad tomada y no se podrá comer en ningún sitio sin hacer fila, el día de la fiesta.
Yo recuerdo que de pequeño, cuando mandaba el general, las familias nos íbamos con la merienda cena de los domingos (los sábados trabajaban los pobres obreros de mis padres y mis tíos) al Cabezo que ya por entonces llamábamos así, sin saber que era pecado y había que decir Parque del Primo de la Ribera, que debía ser un primo que nació junto al Huerva y se hizo famoso por montar a caballo.
Pero íbamos andando y no en autobús.
Ahora como somos todos más finos celebramos los fines de semana en Madrid y nos vamos en autobús que debe ser muy guay.
Yo estuve el pasado fin de semana, pero como no soy obrero sino tonto, me fui en coche que es más caro y menos cómodo, sobre todo para mi que es quien conduce. Yo no soy obrero porque no me dejan los obreros, que conste en acta, que ya es joder a un pobre tipo como yo, pero así es la vida.
Pero a lo que iba.
Estos asientos de la foto, me lo han dicho gente seria donde las haya, se los han alquilado a los gitanillos de la puerta que casi no se ve por 500 euros el fin de semana, y es que se están quedando cortos de autobuses. Estos chicos finos donde los haya son capaces de no dejar autobús libre con tal de sumar, y me han dicho ya, porque los han contado antes de nada, que sumando este tipo de microautobuses sin motor en plan austero pero fino, que en Madrid habrá más de 3.000.000 de personas. Lo que no se sabe es cuantos irán al Museo del Jamón a comer el menú de 8 euros y cuantos a Casa Botín. Casi juraría que irán más al del Jamón, porque nada hay mejor para juntar a millones, que contar con los pobres que son más y además preguntan menos.