8.2.07

El asesor que no ha debido trabajar nunca

Tenemos un asesor económico que ha dejado escrito unas cosas que demuestran claramente que el buen hombre no ha trabajado nunca en una empresa de currante en serio.
Dice que las pensiones se nos van a acabar, y que la solución es trabajar hasta los 70 años.
Mire querido enemigo, trabajar hasta los 70 años los de mi generación que empezamos a los 14, supone que o eres un tipo de piedra y nunca se rompe o a esas edades tienen menos ganas de currar que resultas antirentable al país. Si usted es asesor económico debería saber que lo que interesa a un país es una productividad alta, no muchas gentes trabajando poquito porque están cansados, quemados y sin preparación suficiente. ¿Para que queremos tener la mejor generación de jóvenes en nuestra historia, parada o trabajando de camareros y a los de 70 años currando escondidos en el WC porque no pueden con su alma?
Ya, lo que pasa es que no quiere pagar los sueldos a los jubilados. Pues hombre, sea valiente y dígalo así de claro.
Por cierto, que no se nos olvide a nadie que las jubilaciones se pueden pagar con las propias cotizaciones o con los Presupuestos Generales, como pagamos los gastos de Defensa, Educación, Casa Real, Sanidad, etc.
Por cierto querido José Luis, cuide a sus asesores, para que le duren muchos años, porque si no quedarán mal por no ser capaces de dar ejemplo ellos mismos.
Yo también me jubilaría a las 70 si fuera asesor. Incluso si fuera asesor del asesor que ya curra bastante más.

La justicia o La Justicia

Qu se ponga de moda la Justicia es malo, que se hable mucho de ella es muy malo porque la Justicia como el valor en un elemento que en una democracia "se le supone" al sistema.
Cuando unos y otros, o unos más que otros, empiezan a manipular y además algunos se van dejando manipular en silencio y sin que se dejen huellas para que los del CSI no te puedan pillar, estamos haciendo trizas el sistema de vida que tantas alegrías y ejemplos supo exportar a medio mundo allá por los años 70 y 80.
Hasta los más tontos sabíamos en la transición que para conseguir éxito se necesitaban fuerzas ajenas al ciudadano que estuvieran por la labor del cambio, del avance, que nos llevara al mismo camino en el que ya avanzaban los demás países de Europa. Y que una de ellas era la Justicia, pero nadie dijo nada, todos dejaron que ella misma supiera cual era su responsabilidad y cual su papel en la historia.
Ahora los vecinos nos miran de reojo y se ríen, les damos algo de miedo y hablan de nosotros como los chicos tontos que no saben dejar de jugar con fuego. Nos comparan con algunos y salimos perdiendo, sobre todo en la asignatura de respeto y de dignidad.

Por último, querido José María, me alegro que me de la razón y que aplauda mi decisión de ir a varias manifestaciones en contra de la Guerra de Irak. Me alegro que años después me diga que usted estaba equivocado y yo tenía razón; lo único que siento es que usted era quien era y yo era quien soy y su opinión equivocada valía mucho más que la de millones que teníamos razón.