25.1.07

Hielo en Zaragoza

Nos afecta el frío como debe de ser en estas épocas. Frío de verdad, del que entra por dentro, frío con nieve y bufanda, con hogar en los pueblos y con cafelito en las casas.
Yo no creo en el cambio climático, lo siento, soy de los que piensan que el ser humano por sí solo no es tan importante como para destrozar el mundo excepto que utilice una cadena de barbaridades nucleares.
Y si os fijáis, siempre tenemos un año del siglo pasado para buscar la comparación. No hace tanto frío desde 1942 ni tanto calor como en 1963, por ejemplo. Creo que nos estamos comiendo el coco con los ecologismos mal entendidos, y no vemos un poco más allá del presente que no nos gusta. Nunca nos han gustado los presentes, incluso ni la década de los 80 que a veces algunos añoramos, fueron reconocidos en su momento.
Disfrutar del frío.

23.1.07

Precio de las cosas difíciles

No se a como está el precio de un día. Debe ser muy alto, tanto que nadie lo puede pagar.

Hace ahora dos semanas le dijo el médico a un conocido mío delante de la mujer y en la cama del hospital, que le quedaban 2 días de vida. Falleció a los 3. Estaba mentalmente perfecto.
¿Cuanto hubiera pagado por un día más de libertad para ir a donde él hubiera querido?

Hoy ha muerto un íntimo amigo de mi socio. El fin de semana pasado se fue con su familia y la enfermedad a ver el sitio en plena naturaleza en donde descansarían sus cenizas en un futuro cercano. Pero no sabía que le quedaban sólo 2 días.
¿Cuantos besos se han quedado perdidos, cuantas palabras, cuantas decisiones no tomadas, cuantas mal tomadas, cuantas pensando en el futuro y no en el presente?

A veces lo peor no es morir, es darte cuenta de que te mueres.