22.1.07

Tomás Alvira

Este es mi colegio. Yo fui a 5 escuelas en mi vida infantil, y en esta solo estuve 4 años, pero es mi escuela y lo será para toda la vida. A ella llevé después a mis hijos y en ella empecé mi labor de APAS y de Consejos Escolares; a divertirme con el trabajo en grupo, a tener nuevos amigos adultos, a conocer a excelentes profesionales de la educación y a querer este mundo de los niños y de su formación.
En este colegio fui por primera vez Rey Mago y también por primera vez tuve que enfrentarme desde la mesa que habla a una asamblea de padres de más de 200 adultos que había que convencer de que lo mejor era mi idea de tranquilidad y no la suya de guerra. Nos salió bien porque nunca estuve solo, y sin que casi nadie lo sepa, gracias a aquello que me dio fuerza hoy existe un nuevo edificio maravilloso que un mediodía se tambaleó en una cuerda muy floja porque el político de turno no quiso ceder ni un milímetro de una orden que nadie quería cumplir. Aquellos casi 60 minutos de teléfono entre el Sr. Abinzano (Director Provincial de Educación) y yo fueron tensos y duros, y la orden recibida por mi fue sencilla pero difícil de trasmitir. Todos calladitos al colegio sin plante, o si no el colegio nuevo ya construido se convertía en colegio de secundaria y el Tomás Alvira se cerraba por ratio insuficiente.
Hoy, si, hoy, este colegio cumple 100 años y sigue llamándose Tomás Alvira y es un modelo.
Felicidades amigo. Los dos estamos algo ajados, pero debemos reconocer que nos lo hemos pasado muy bien. Allí me hice adolescente, compañero y amigo de los amigos, allí hice mi primer periódico con Angelito y mis primeros contactos políticos.
De allí surgieron muy buenos amigos que todavía duran y una nueva vida a partir de los años 80.
No puedo olvidarte hoy.

20.1.07

Risoterapia como terapia

Anoche nos juntamos 3 parejas de amigos de toda la vida y estuvimos hasta las 2 de la madrugada riéndonos de nosotros mismos. Es tan difícil estar 3 horas con risas que la boca nos duele en las comisuras. Cuando se tienen tantas décadas de edad la risa empieza a flojear como todo lo que cuelga, y encontrar motivos para disfrutar de lo que se escapa es un milagro que todos los días es imposible de disfrutar.
Pero la risoterapia es una medicina gratuita que cura infinidad de enfermedades de todo tipo. Así que tonto el último. Para desayunar zumo de naranja recién exprimido, durante el día ajo y cebolla con aceite de oliva y en las minutos libres que pueden ser cualquiera del día, a reirse de lo que se pueda.
No se si se vive más, pero seguro que se vive mejor lo que queda.