26.12.06

El amor también se puede romper y señalarlo

El amor también se puede romper; fue anterior a la razón, a la inteligencia, pero su debilidad es uno de sus mejores aciertos pues le da garantías de cuidados, de mimos.

Cuando los humanos no habíamos empezado a pensar, ya existía amor que nos sirvió para sobrevivir, y mientras todo evolucionaba el amor se mantenía y se multiplicaba para dar vida y sentido. 


Pero a veces se rompe.

Los que se juraron amor eterno a través de este corazón del árbol, un día decidieron romperlo y lo cruzaron con un aspa, dejando claro que todo se había acabado.

Ahora alguno de ellos pasará de vez en cuando por el árbol, en el parque de su barrio lleno de buenos recuerdos…, y mirará de reojo para ver si desaparece las marcas que tacharon el amor. 


Nunca sabremos, ni tampoco ellos, cómo hubieran sido sus vidas sin esa aspa que rompe, pero el árbol les sigue recordando que el amor existió y con él un futuro que nunca llegó.

23.12.06

Quedó atrapada tras morir, para seguir viva

Inexplicablemente quedó atrapado ella sola, y después de estar toda la primavera y verano haciendo bien su trabajo llegó el inevitable momento de su caída y el destino no le dejó cumplir con su marcado futuro. 

Siguió viva después de muerta, porque quedó atrapada a la vista de los demás, porque no quedó perdida entre miles de iguales hojas en el suelo, listas para ser pisadas y recogidas.

No sabemos —ni ella ni yo— cuanto tiempo aguantará en esta posición, yo todas las mañanas la veo a través de mi ventana del trabajo y la sonrío. Ella acostumbrada a las nieblas no lo hace, pero ayer brillando ligeramente por un sol que quiso pintarla, se atrevió a dar matices alegres a la alambrada.

Nunca se sabe cuándo uno se muere del todo.