1.11.06

Día de Difuntos sin cementerios clásicos

Hoy es día de cementerios, pero cada día están más vacíos. Entre los que acudimos en otras fechas porque estos días están (dicen) a tope y los que se van a la playa, al Pirineo o a la fuente de su pueblo a recordar sus cenizas queridas…, los cementerios tienen cada día menos visitantes.

La primera vez que yo vi en la playa de Cambrils un ramo de flores todo chuchurrido le dije a mi esposa que seguro que lo había perdido una pareja de enamorados de un barco de esos chulos que hay en el puerto. 

Ella me miró con cara de no saber si estaba viendo a un carnuzo o a su esposo (o a los dos) y me quitó mi sueño de amor. Desde entonces cuando veo un ramo de flores pegado a una farola o a un semáforo, o unas flores secas atadas a un árbol en pleno lugar idílico, me santiguo por si el difunto era cristiano.

Yo lo veo bien (lo de las cenizas esparcidas) porque te abre un montón de posibilidades. A mi el cementerio de mi ciudad no me gusta, en cambio el Ebro, el pueblo de mi padre en donde pasé mi niñez o la playa de Cambrils…, son lugares más guapos para estar en el infierno. Al menos ahora puedes elegir ¿no?.

Un beso para Miguel, Pilar, Leoncio y Ascensión.

31.10.06

Con palomas en el centro de Cataluña


Hoy hace un buen día en la Plaza de Cataluña de Barcelona. Las gentes llenan las calles, paseando o comprando, jugando con las palomas o disfrutando de una ciudad modelo de cultura y de arquitectura cuando menos.

Barcelona ha cambiado mucho en 20 años, los catalanes también, y posiblemente el resto de españoles no, eso es lo que no tengo tan seguro por que no quiero.

Vemos (ven otros) todavía a esta tierra como una zona cerrada, áspera para el forastero, compleja e inentendible.

Para mi es una tierra sencilla, abierta, con una personalidad propia que sabe que está bien asentada en el mundo y que no reniega de ser ciudadana del tiempo en el que le ha tocado vivir, y que ama su historia, algo que no todos sabemos o podemos decir.

La historia es la vida de nuestros antepasados, y sin tener que estar viviendo de ella, sí que se merece cuando menos el respeto de su recuerdo.

¡¡¡Suerte Cataluña!!!

Nota.: Este texto está escrito en el año 2006 y repasado 12 años después, sigo pensando lo mismo, que no es poco.