20.8.06

Carta abierta a los sin techo, aunque no me lean

Queridos "sin techo":

Se que no me podéis leer, y eso no os importa nada, porque lo que buscáis por encima de todo es la libertad, pero tenéis que entender que parte de la sociedad además de creer en vuestra libertad, cree también en la necesidad de daros justicia social y ayuda humanitaria. No se trata de obligaros a que tengáis techo por la fuerza, y mucho menos a que desaparezcáis de las calles por mucho que vuestra imagen no tiene sentido en este siglo.

No tiene sentido, porque si somos capaces de arreglar entuertos en cualquier parte del mundo o al menos de intentarlo, debemos ser consecuentes con nuestros vecinos de calle, y ayudarles a que tengan lo más básico. 

No deseamos que perdáis vuestra libertad, por eso deseamos muchos de nosotros que estéis dentro de las instituciones de ayuda, para desde ellas solicitar que se os trate con dignidad y con la idea de que se os resuelvan los problemas sociales que os han llevado al vacío o a la libertad extrema. Es mejor un techo compartido con algunas órdenes, que un cartón compartido con el miedo.

18.8.06

Encontrar la salida de ETA, con templanza

En todo proceso hay dificultades y con ellas se cuenta cuando se empieza el camino. Parece que nunca se encuentra la salida, que no somos capaces de ver la luz que nos alumbre en el camino para hacerlo corto y eficaz. Pero esa dificultad en encontrar la salida es un precio que va con todo proyecto.

A veces, las menos pero sucede, no se encuentra la salida, y nos quedan dos alternativas, volver sobre nuestros pasos o perdernos en el laberinto del infierno.

Siempre es malo no encontrar la salida, por eso la paciencia y el tiempo es un bálsamo que debe servir para seguir intentándolo, porque la luz, de encontrarse, es la vida.

Hoy nos han apagado una bombilla de las gordas, pero todavía nos queda el instinto, unas cuantas linternas y el saber que estamos en el buen camino. Pero si siguen apagando luces, al final nos perderemos, seguro.

También es posible que algunos les guste jugar con las luces para meter miedo, y para eso lo mejor es tener templanza.