10.8.06

El valor de reclamar de los servicios malos

Hoy el Catedrático de Economía de la UB, D. Germà Bel publica en "El Periódico de Cataluña" un interesante artículo sobre el derecho y el valor de reclamar en los servicios que recibimos, cuando no son de nuestro agrado.

No se trata de ser unos toca narices, pero si de cuidar la calidad de los servicios que cada día son menores, por mor de reajustes de plantillas, de peor calidad humana y profesional en las personas que nos atienden o por ajustes de costos en los servicios.

Los servicios públicos deben tener que escuchar nuestra voz cada vez que algo creemos que no funciona bien. Ser lógicos en nuestras quejas, pero ser.

Y en los servicios privados la libertad de elegir tiene que ser nuestra mayor arma a la hora de quejarnos, sin que por ello no dejemos de informar a los responsables nuestra queja verbal y por escrito en hojas de reclamaciones si fuera necesario. 

En todas las empresas de atención al público hay un responsable, y podemos pedir el nombre de la persona que nos ha atendido para quejarnos de ella a su superior, además de existir la posibilidad de que solicitar hojas de reclamaciones oficiales para que quede constancia en consumo nuestra queja.

El silencio es la peor de las soluciones.

7.8.06

La soledad es no tener donde agarrarse

La soledad no se puede soportar. Es imposible estar sin ataduras vagando por la vida y estar cuerdo. No nos engañemos, necesitamos tener al menos una compañía suficiente, que nunca en todas las personas es en la misma cantidad, pero siempre es imprescindible.

Y si no lo tenemos fácil, que es posible, lo tenemos que seguir intentando todas las horas del día. Si queremos pescar hay que estar con la caña tendida hasta conseguir el objetivo. 

Necesitamos tener un hilo al que agarrarnos, pero no todos los días, tampoco es eso, sino cuando los aires vienen fuertes y es necesario contar con un agarre para que te ayude a seguir sujeta a la vida.

No lo dudes, si no tienen con quien hay que buscarlos con suavidad, hay que arrimarse a los que sabes que pueden ayudarte. Ellos estarán allí para acompañarte.