¿Alguna vez te has preguntado cómo será el mundo en otros 25 años años, hasta llegar a la mitad del siglo XXI? Ahora estamos acabando el último año del Primer Cuarto del Siglo XXI, un buen espacio por delante para hacer balance teórico, y sobre todo para intentar adivinar qué nos espera (les espera) a los que pulularán por este mundo en el Segundo Cuarto de este Siglo.
Los acontecimientos de los últimos años sugieren que estamos presenciando un punto de inflexión en la historia. Al igual que en la década de 1930, el mundo se encuentra en un estado de gran inestabilidad, marcado por conflictos geopolíticos, crisis económicas y cambios sociales profundos. Los desafíos actuales, como el cambio climático, la desigualdad y la polarización política, plantean una amenaza existencial para la humanidad y requieren una respuesta global coordinada.
Tras el atentado contra un mercadillo de Navidad en Magdeburgo (Alemania), han llegado de momento (escribo esto el día 2 de enero) dos atentados en Nueva Orleans y Las Vegas en los EEUU con varios muertos, producidos por militares americanos que parecen haber abrazado al islam de forma secreta. Disimulan su islamización, para no se detectados, pero atentan contra los valores occidentales.
No hace ni un mes que Siria decidió expulsar al régimen de Bashar al Assad tras medio siglo de estar gobernando con mano de hierro y llena de sangre, entre su padre y é mismo, un país clave en el tablero de Oriente. Y a su vez seguimos con las Guerra de Israel contra los palestinos de Gaza o de Cisjordania, contra Irán y Yemen, con incursiones militares en Líbano y Siria, a la vez que Turquía asciende en poder en la zona, todo producto de una mezcla explosiva en donde no hay que olvidar el papel de Rusia tras invadir Ucrania y en donde se siguen matando los unos y los otros con el aderezo de nuevas armas y el apoyo a Rusia de Corea del Norte con soldados que han ido a apoyar militarmente a Rusia.
Es como si deseáramos terminar este Primer Cuarto de Siglo de forma urgente, negativa, violenta, sabiendo y admitiendo que vamos camino de cambios profundos en el mundo, recordando que algo similar empezó a fraguarse en la décadas de los años 30 del siglo XX para acabar casi dos décadas después, de la forma en que todos conocemos.
El mundo se encuentra en un punto de inflexión, marcado por una creciente inestabilidad y profundos cambios sociales, económicos y políticos. Los desafíos globales, como el cambio climático, la desigualdad y la polarización política, exigen una respuesta urgente y coordinada por parte de la comunidad internacional.
¿Y la economía cómo se está comportando en estos años? ¿Está excesivamente mantenida de forma artificial?
Pues depende de en donde te encuentres. Como es lógico suponer hay países muy pobres, sociedades que están funcionando muy mal, la inmigración desde África hacia Europa va en aumento, mientras que la Unión Europea se dedica a jugar con sus deudas, sus liquideces artificiales moviendo préstamos que posiblemente nunca s devolverán entre países pues da la sensación de que ya no hay países emisores y por ello no existen países que deban dentro de la Unión Europea a otros países.
Pero a la vez los bancos comerciales de la zona euro de cada país están obligados a mantener una determinada proporción de sus depósitos en reserva en el banco central nacional, de su propio país. Estas reservas sirven como colchón de liquidez y garantizan la estabilidad del sistema financiero. Digamos además que la Unión Europea ha establecido diversos mecanismos de solidaridad financiera, como los fondos estructurales y de inversión, que implican transferencias de recursos de los países más ricos a los más pobres.
Aunque no se trata estrictamente de deuda, estos mecanismos crean interdependencias financieras entre los Estados miembros. Y con ellos se permite jugar a dotar de mecanismos de liquidez sin que sean contemplados como deuda. El BCE, como Banco Central de la zona euro, juega un papel crucial en la gestión de la deuda soberana de los países miembros. A través de sus operaciones de mercado abierto, el BCE puede comprar deuda pública de los gobiernos europeos, lo que ayuda a reducir los tipos de interés y a facilitar la financiación de los déficits públicos.
Hoy la llamada prima de Riesgo de España está en un valor de 69, y su punto máximo lo alcanzó en el año 1992 cuando estuvo en 668. En este 2024 que hemos acabado la Prima de Riesgo en España ha bajado 27 puntos lo que nos indica que se cree en la economía de España y el resto de países están dispuestos a fiarse de la economía española. En realidad es un valor teórico, pues analiza la diferencia entre la rentabilidad del bono español a 10 años y el bono alemán a 10 años. Abajo vemos algunos países.
¿Importa en este final del Primer Cuarto de Siglo XXI la marcha de la economía? A la inmensa mayoría de los ciudadanos sí, le importa y mucho “SU” propia economía, la microeconomía familiar, y casi nada la macroeconomía europea. Es la realidad por falta de información y educación perfectamente planificada para que así sea.
Podríamos decir sin equivocarnos mucho, que asumiendo que existen los Ciclos ondulantes ante la historia, las situaciones que suben o majan de forma cíclica y repetitiva desde hace muchos siglos, ahora estamos en la parte baja de uno de esos Ciclos ondulantes. Todos ellos se han ido comportando igual a lo largo de las Historias de la humanidad. Vamos ascendiendo desde el infierno de una guerra o una gran crisis, ascendemos en Paz, alcanzamos el cenit de ese Ciclo de periodo de bonanza, nos asentamos en una meseta que puede durar años, y empezamos a bajar lentamente pero sin freno.
En estos momentos estamos pendientes de los deseos de China por apoderarse de Taiwán o no, pues por ganas no es, y por los posibles preparativos militares de la gigante China trabajando en la construcción en un año de un millón de drones militares. ¿Para qué los quiere?
En el otro lado del mundo, cercando las fronteras de la Europa occidental, tenemos serias dudas de los comportamientos electorales en los países que rodean a Ucrania. En algunos casos tenemos claro el alineamiento hacia las posturas de Rusia. Pero aquello es mucho más complejo. Junto a Ucrania tenemos a Moldavia, a Rumanía, a Bulgaria, a Bielorrusia, también Hungría, y los miedos por tener que defender las situaciones de Lituania, Letonia y Estonia. Y hablamos del deseo lógico de frenar avances hacia Finlandia. Y a su vez y sin olvidarnos de Crimea, tenemos dudas de los comportamiento de Turquía otro punto central de la zona, en sus movimientos hacia Siria y observando de cerca el funcionamiento del Kurdistán.
¿Puede suponer eso, que aquella zona se complique mucho más, y que a su vez se deje a Europa como elemento alejado de posibles belicismos reales? NO. Y en mayúsculas. Hoy, en un mundo muy globalizado y con las distancias acortadas por los nuevos modelos de comunicación de todo tipo, incluido el bélico, unos miles de kilómetros no son nada. No es lógico suponer que encerrar un posible conflicto bélico entre las aguas del Mar Negro, no suponga en el corto plazo una salida lógica y contagiosa del conflicto hacia todo el Mediterráneo.
La derecha más extrema, se mira en el ombligo de la extrema derecha para intentar que no se le coma el terreno de los votantes, y con ello forman una sopa en medio mundo occidental que se va contagiando casi sin remedio. No sabemos hasta qué punto. En pocos días Donald Trump vuelve a gobernar los EEUU, todavía el país más potente pero que también ha visto crecer sus debilidades.
Austria es el ejemplo más cercano, por la incapacidad de conservadores centristas y de socialdemócratas para ponerse de acuerdo en orillar a la extrema derecha y formar gobierno tras varias semanas intentándolo, lo que ha obligado a entregar esa responsabilidad a un partido de extrema derecha que es quien obtuvo más votos en las últimas elecciones. Veremos si consigue formar gobierno el extremismo, pues sería el primer caso en Europa de liderar un gobierno en solitario desde la extrema derecha pura, aunque ya hay Presidentes como en Italia o Hungría.
En realidad debemos admitir que les estamos dejando el camino muy abierto por torpeza o por incapacidad para movernos con otros marcos mentales. Hay también ya varios partidos ultras dentro de las coaliciones de gobierno de Croacia, Eslovaquia y Finlandia.
Para finalizar, una pregunta sencilla.: ¿Imaginabas hace unos años hacer videoconferencias desde cualquier lugar del mundo o comprar productos desde tu sofá? La tecnología ha transformado radicalmente nuestras vidas y sigue avanzando a pasos agigantados. Pero, ¿a dónde nos llevará este vertiginoso ritmo de cambio? En este artículo exploramos algunos aspectos de los desafíos y oportunidades que enfrenta la humanidad en el siglo XXI, desde el cambio climático hasta la inteligencia artificial, y reflexionaremos sobre el futuro que nos espera.