Habitualmente los partidos políticos medianos y pequeños son maquinarias bastante inertes, aunque se las escuche mucho en los medios de comunicación. No pueden tener equipos de trabajo, análisis y reflexión para los que posiblemente sean los asuntos más candentes de cada momento.
Trabajan en el largo plazo, intentan gestionar el día a día a base de atender a los Grupos que les solicitan ayuda, pero no planifican bien su futuro como organización. Y ese es un gran problema complicado de evitar.
Esta imagen que vemos arriba nos ofrece los datos de una encuesta electoral de marzo 2025, cuando en realidad todavía falta mucho para unas nuevas Elecciones Generales. O no, tampoco estamos nadie seguro. Pero vamos a pensar que efectivamente, todavía quedan años.
Este tipo de información se mira en estos partidos políticos medianos y pequeños muy de soslayo. No es posible dedicarle atención a estos datos, mucho más allá de conocerlos y comentarlos de forma leve, cuando en sus tripas estos datos escondes mucha información.
En esta encuesta electoral en concreto, es la suma de una opinión recogida sobre 2.000 muestras que ya es un número importante. Y además es un sondeo que se va repitiendo cada mes, lo que todavía más, nos ofrece a todos un posible seguimiento muy interesante.
¿Y qué deberían hacer esos partidos políticos pequeños o medianos?
Pues prestarle atención, como poco. Analizarlas, reflexionar y crear documentos de trabajo para la militancia. Claro que para ello se necesitaría un Grupo de Análisis de al menos 3 a 4 personas, que quisieran entender los datos, que en una reflexión grupal no es tan complicado. Pero se necesita tiempo, formación ajena a la propia dinámica de cada organización política para ser sinceros en sus resultados, y unos canales de comunicación interna que fueran válidos. Excesivas complejidades.
Veamos de forma MUY superficial lo que nos están diciendo estos datos publicados, que no son los datos totales, ya están cocinados y resumidos, pero que desde un partido político es mucho más posible obtener en su complejidad y sin cocinar.
Que VOX (antes de las nuevas tonterías de Trump) esté en un 14,1% y que con Alvise sumen un 16,8% es el primer dato que se debe analizar. ¿De donde recogen esos votos? ¿De qué edades vienen? ¿A quien solían votar esos votantes de Extrema Derecha? El análisis es interesante para todo tipo de ideologías, de partidos políticos aunque estén muy distantes. Hablamos de analizar una fotografía fija.
Estos datos nos deberían servir para analizar los cambios y las motivaciones. Cómo se va moviendo la sociedad según las generaciones que se van y las que llevan a votar de nuevo. Estos datos son fundamentales para diseñar los trabajos políticos a medio plazo, de todos.
Se observa también que tanto el PP como el PSOE (los grandes) casi no se mueven, pero se mantienen muy distantes del resto.
Baja el PSOE pero a su vez bajan también el resto de partidos de izquierda.
¿Y a donde van estos votantes que cambian de ideología?
¿Se quedan en la abstención, en la duda, en el cabrero sin atreverse a ir a otras opciones?
La suma de Sumar y Podemos se queda en un 8,4%, muy alejado del 12,3% de las últimas generales. Hay que mirarlo con suma calma, pues dentro hay muchos errores de las organizaciones, algunos problemas son conocidos y todos sin contrarrestar todavía.
En las transferencias de votos podemos adivinar qué está sucediendo, por qué se cambia el sentido del voto y a quien votarían los que en la anterior ocasión no votaron.
Y si esos nuevos votos se mueven de forma porcentual como la escala global o se mueven de otra manera. Así podemos intuir las motivaciones en las decisiones.
Pongo un ejemplo. Si de VOX se van un 3% al PP, pero del PP se van un 11% a VOX, tenemos un dato que de mantenerse en varios meses indica un síntoma. Si desde el PSOE nadie se marcha a votar a SUMAR, pero en cambio de Sumar se van al PSOE un 7% tenemos otro síntoma.
Si las mujeres votan un 25,8% en blanco o nulos, mientras que los hombres lo hacen en un 18,3% nos ofrece un dato que hay que analizar, pues un 7,5% es una cantidad muy interesante de mujeres que no saben a quien votar.
¿Qué edades tienen esas mujeres en mayor proporción para saber sus motivos?
¿Aumenta el voto femenino global o en cambio disminuye en las diferentes opciones políticas, según ellas deciden cambiar el sentido del voto?
Si el 24% de los jovenes hasta los 24 años votan a VOX, y en cambio solo el 10% de los mayores de 55 años los votan, hay otro dato a tener en cuenta.
¿Y para qué sirven estos datos?
Pues principalmente para darnos cuenta de qué errores se comenten, de qué manera inciden en cada organización política, en los diferentes sectores sociales e ideológicos, para tomar decisiones e incluso para cambiar estrategias políticas. Para expresarse, para elegir a sus líderes, para elaborar hojas de ruta.
Las Encuestas no tienen que ser datos totalmente ciertos, son solo tendencias, pero hay que comenzar por conocer los datos brutos, si esto es posible, para poderlos "cocinar" con arreglo a cada necesidad.
Cocinar una encuesta no es engañar ni mucho menos engañarse. Es preguntarle a los datos sobre temas que interesan a cada organización política en sus mesas de trabajo, es hacer de preguntador con unos datos sin cocinar. Si se juega a auto engañarnos, no sirve de nada, y lo mejor en ese caso, es no hacer nada.