Woke viene de una palabra antigua que se puede traducir por "despertar" (to woke), por estar atento, sobre todo por los abusos del Poder. ¡Uf! poder, jodo. Por lo que en España decimos"metérnosla cruzada" en temas sociales.
Dicen que Lead Belly, un músico de blues, usó la frase "stay woke" en una canción en el año 1938, en relación con los linchamientos en el sur de Estados Unidos contra gente de color. Había que estar despiertos. Y así sí, no está nada mal que me llamen woke.
Con los años se empezó a utilizar —desde los años 60 del siglo XX— para describir a aquellos ciudadanos y ciudadanas que eran conscientes de la injusticia racial y social, y se comprometían con la lucha por la igualdad. Ya no era un simple modo de ser, sino también de estar, de querer estar.
Me quedo con estos significados de inicio histórico de la palabra woke, son los correctos por mucho que los fachas quieran trasformarlos. Otro día hablaré de donde viene la palabra facha. De entrada nos quedamos con el wokismo y sus insultos, de los que estoy muy agradecido.
El uso despectivo del término "woke" comenzó a darse a partir de la década de 2010 y se intensificó especialmente en la década de 2020. Fuerzas políticas de derecha, conservadoras y de extrema derecha en Estados Unidos y otros países, empezaron a apropiarse del término "woke" y a utilizarlo de manera peyorativa. Era una manera de insultar a los que intentábamos defender el activismo social.
Si perteneces a una Asociación de vecinos eras woke, lo cual no está nada mal. Estás activo, despierto, vivo, con ganicas de intentar defender a los que no siempre pueden defenderse como el resto. Si ya perteneces a un partido político era woke de la hostia, eres ya un enfermo del wokismo.
El uso despectivo de "woke" es en gran medida una reacción contra el auge del activismo social en torno a temas como la justicia racial, la igualdad de género, los derechos LGBTQ+, el cambio climático y otras causas progresistas. Desacreditar las ideas progresistas y al etiquetar algo como "woke" de manera despectiva, busca ridiculizar las ideas y posturas progresistas, presentándolas como exageradas, ridículas, o incluso peligrosas para la sociedad. Ser woke es como ser un llorón, según estos tipos que utilizan palabras inglesas para todo.
Los woke somos víctimas del "buenismo", de lo que nos dicen —según ellos, los que insultan— los jetas ladrones de la política; y por eso además de woke somos imbéciles pues aunque no seamos gente mala nos dejamos engañar por los malos.
El uso despectivo de "woke" es en gran medida una reacción contra el auge del activismo social en torno a temas como la justicia racial, la igualdad de género, los derechos LGBTQ+, el cambio climático y otras causas progresistas. Desacreditar las ideas progresistas y al etiquetar algo como "woke" de manera despectiva, busca ridiculizar las ideas y posturas progresistas, presentándolas como exageradas, ridículas, o incluso peligrosas para la sociedad. Ser woke es como ser un llorón, según estos tipos que utilizan palabras inglesas para todo.
Lo malo es que quieren que o bien se sea woke o que se esté en contra de los woke, y eso si que es peligroso. Primero te califican, y luego intentan que los que no sean woke odien a los que de entrada parecen woke.
Es como si nos quisieran llamar woke para decirnos que somos unas personas de aplauso fácil al líder de izquierdas, o que somos unas personas de paja o con el brazo de madera. Y a la vez dividirnos para tenernos bien etiquetados por si hiciera falta llamarnos a filas, sin tenernos que poner pegatinas encima de la ropa.
Los woke somos víctimas del "buenismo", de lo que nos dicen —según ellos, los que insultan— los jetas ladrones de la política; y por eso además de woke somos imbéciles pues aunque no seamos gente mala nos dejamos engañar por los malos.
Somos woke por querer estudiar mucho, por intentar modificar las condiciones del trabajo, por no aceptar que nos engañen en los supermercados, por creer en el cambio climático, o por obedecer a los que mandan si son de izquierdas. Si mandan los de derechas y nos quejamos ya no somos woke, somos revolucionarios.
En realidad solo se es woke de verdad, de pata negra, si vives en un país gobernado por la izquierda. En los que gobierna la derecha ya no eres woke puro, pues no tienen a quien obedecer, sino si acaso, de estar quejándote siempre de todo.