9.2.25

La ceguera ante la guerra: ¿Cómo empezamos a combatir lo que no vemos?


No me apetece nada decir en qué año comenzó la Guerra llamada Civil en España. Tampoco quiero decir cuando comenzó la II Guerra Mundial. Las fechas que se dicen no son correctas, pero me da igual, excepto por lo que eso representa.

Una Guerra no comienza el día en que se declara. Tampoco el día que explota una invasión, o se comete una barbaridad tremenda de comprender.

Y lo curioso es que en esos tiempos anteriores a la fecha en la que se dice en los libros, millones de personas vivían ajenas a lo que ya estaba sucediendo.

A veces no se daban cuenta, y otras veces, la mayoría sobre todo en personas formadas, simplemente es que no se querían dar cuenta de lo que iba llegando.

La historia nos ha demostrado que los conflictos bélicos a menudo se gestan en la sombra, mucho antes de que estallen las hostilidades. La Guerra Civil Española es un claro ejemplo de cómo una sociedad puede ser arrastrada a un conflicto sin ser plenamente consciente de las fuerzas que lo impulsan.

La Segunda Guerra Mundial es otro ejemplo de cómo la humanidad puede caer en la barbarie cuando no se presta atención a las señales de alarma. Los años previos a la guerra estuvieron marcados por un creciente nacionalismo, el auge de los totalitarismos y una escalada de tensiones internacionales, pero muchos ciudadanos europeos no fueron conscientes del peligro hasta que fue demasiado tarde.

Lo normal sería que se dijera que soy un agorero, un tipo negativo. Pero desgraciadamente también a mi me gustaría eso, percibir que son tonterías mías en clave negativa.

Simplemente es que percibo una cierta dejadez social a nivel europeo y en cambio una euforia en otros ambientes, y no solo en los EEUU. Hay más países que observan detenidamente e interactúan para provocar.

A menudo, la población se muestra ajena a los signos premonitorios de un conflicto. La propaganda, la desinformación y la manipulación mediática pueden nublar nuestra visión de la realidad, impidiéndonos percibir los peligros que se ciernen sobre nosotros. Es como si estuviéramos caminando hacia un precipicio sin darnos cuenta del abismo que se abre a nuestros pies.

Hoy veía unas imágenes de los EEUU y de China, en Redes. No sé quien las está vendiendo para que las veamos.

Mostraban unos EEUU, varias ciudades, llenas de pobres jóvenes, de drogadictos, de montones de personas durmiendo en las calles. Y en cambio veíamos a una China con notables adelantos tecnológicos, y algunos no han llegado al mundo occidental clásico, con coches casi imposibles de imaginar.

Es todo una guerra psicológica de desgaste.

Sabemos perfectamente los muertos palestinos en Gaza, o eso dicen claro, y los muertos de Israel cuando todo comenzó. Sabemos los muertos de Corea del Norte en la frontera con Ucrania. Pero NO SABEMOS los muertos de Rusia o de Ucrania en esa misma guerra, jóvenes y muy jóvenes soldados que permaneces ocultos a la información.

Poco a poco, lo sé. Quedan unos años.