12.12.24

Las guerras no se hacen para matar, sino para empobrecer.


A los europeos nos importan muy pocos los muertos de fuera, esto es muy duro de decirlo pues es una verdad a medias, eso depende de europeos. y generalizar es muy malo.

Pero para eso está la estadística y las percepciones que se obtienen observando lo que nos va sucediendo.

A los muertos de Ucrania y de Rusia (todos ellos inocentes, pues todos son jóvenes u hombres que estaban en sus casas antes de ser reclutados) los taparon los muertos de Gaza que en muchos casos además de inocentes eran niños, médicos o madres.

Enseguida añadimos para irnos olvidando o alternando, a los muertos en Líbano, en Israel o en Siria e Irán. Seguían siendo en la inmensa mayoría de los casos inocentes.

Es como constatar que el animal humano necesita las guerras para sobrevivir. Nunca hemos sido capaces de resolver un problema serio de otra manera que matándonos entre los humanos que están más cerca del problema.

Siempre, además, sabemos que las guerra se tendrían que haber evitado utilizando el diálogo, que es la herramienta que al final se tiene que utilizar para frenar una guerra. No hay otra, incluso aunque unos parezcan ganar y otros perder.

Pero en las diálogos de Paz siempre acuden los protagonistas acompañados de otros, pero sabiendo que los miles y miles de muertos ya no están en ningún sitio. Y que la pobreza es otra herramienta más, que se utilizará para presionar.

Las guerras no se hacen para matar, que también, sino sobre todo para empobrecer. Y creo que te deben decir en las guerras, que cuantos más humanos mates, más cerca estás de la victoria, que para los reclutados es simplemente volver a su vida anterior.

Los gestores que hacen las guerras, están desde el primer momento pensado en cómo quedará todo lo que ahora está en conflicto, una vez que la guerra se haya acabado. Y en esa visión de futuro, el empobrecimiento es fundamental. Empobrecimiento de todo tipo, también de jóvenes violentos, o de no tener jóvenes para mantener la pirámide poblacional.

Puedes ganar la guerra y perder el futuro. Y eso lo saben bien los que las diseñan. ¿Para qué te sirve anexionarte un territorio para añadirlo a tu país, si lo has destruido? Para buscar esa respuesta trabajan desde la guerra, diseñando el tipo de ataques. Ganar no es solo vencer al enemigo, es sobre todo no perder tú.