Uno de los detalles y no menores en las elecciones en los EEUU, en donde Donald Trump ha salido elegido por segunda vez, es saber qué papel ha sabido o podido cubrir los grandes medios de comunicación en los EEUU para crear votantes, ideas y dudas. En ese laberinto de excesivos medios de comunicación sin poner en su justo valor, tenemos que saber qué son, quien son, por donde se entra y qué desean influir en los caminos que recorreros con ellos.
Y qué papel han sabido arrastrar los medios de comunicación no habituales a esa misma tarea de influir en los votantes.
Y tal vez en esa reflexión no salgamos bien parados casi nadie.
Hay medios de comunicación con presupuestos casi infinitos, aunque hayan menguado muchos en los últimos años. Presupuestos directos e indirectos.
Su influencia era tremenda y posiblemente por eso, se ha visto menguada poco a poco, con la entrada de nuevos medios digitales, Redes Sociales, bulos y trampas, manipulaciones inteligentes o no, etc.
¿Es más importante un llamado "Influente / influencer" que un periodista de siempre?
No podemos abstraernos de que lo sucedido en los EEUU ya sucede en Europa, en España y en nuestras propias ciudades.
¿Qué papel e influencia tiene cada persona que opina, sobre el ciudadano que escucha?
A partir de esta duda y de su posterior respuesta cabe tomarse muy en serio el futuro, las influencias de todas las partes en los movimientos, sin caer nunca en la tontada de pensar que cualquiera influye desde cualquier espacio.
Nada es casualidad, nada está sin diseñar ni programar, nada es tan simple como aparenta.
Nadie dice qué cantidad de lectura en segundos tiene un artículo de opinión de un periodista importante, nadie tampoco cuántos escuchan de verdad (activamente) a un periodista de radio o de televisión. Tenemos aproximaciones. Pero hoy todo se mezcla.
Tampoco sabemos bien la influencia de algunas Redes Sociales que se leen a la vez que se escucha la televisión. Ni tampoco la credibilidad que se le otorga a cada medio.
Es muy posible que los medios tradicionales ya no sean seguidos para leer sobre algunos temas, por ejemplo de opinión política. Las masas de personas que leían y escuchaban a un periodista durante 12 minutos, hoy prefieren escuchar un TikTok de 20 segundos. Y con la suma de media docena de esos TikTok que le salen aleatoriamente en su propio tablet o teléfono y para él solo (je je je) se configura su propia opinión.
La página web de un gran periódico es otra cosa. Aunque todavía están en proceso de cambio.
Es un modelo muy interactivo de participación del lector, si el medio de comunicación la sabe diseñar bien.
Es el lector el que elige de forma rápida y va cambiando —de manera muy similar y muchas veces— solo a base de titulares, qué desea que le influya. Para que funcione bien debe disponer de multitud de espacios en donde hacer "clic" y de muy variado contenido.
Debe contar con grandes firmas y con personas muy similares a él mismo como lector, pues como ciudadano a veces quiere saber qué opinan "los suyos" y los que están cerca de su zona de influencia.