11.11.24

Cómo recuperar fotografías llenas de barro y suciedad


Ante desastres naturales o no, en los que podemos perder todo lo que tenemos, debemos estar preparados en la medida pequeña en que podamos, para salvaguardar nuestras pertenencias más personales, las que no  se pueden comprar con dinero. Por ejemplo las fotografías familiares.

Guardar la documentación personal es fundamental, pero no es imprescindible para tener conservados los recuerdos de tu vida anterior. Pero guardar las fotografías tuyas o de tus antepasados sí resulta un fundamento vital para con el tiempo pensar que casi todo es recuperable ante un desastre. Aunque sea muy caro.

Es fundamental tener digitalizado en estos tiempo la mayor cantidad posible de documentación personal y de fotografías importantes para tu vida.

Y tener copias de todo esto en lugares diferentes a tu hogar habitual. Y aquí es donde pueden entrar algunos consejos.

Todo se puede escanear pero es costoso en el tiempo. No es nada sencillo escanear miles de fotografías de toda tu familia. Así que hay que elegir y seleccionar fotografías. 

Una vez ya escaneadas, debes pensar también que en algunos casos simplemente fotografiar con tu teléfono móvil puede facilitarte la recuperación de algunos documentos menos importantes. Por ejemplo fotografiar las páginas de una escritura pública sirve para saben fechas, notarías y notarios, y facilitar en el tiempo su recuperación y copia.

Esto mismo sirve para DNI o cartillas de banco, para documentos médicos si son necesario conservarlos, para documentaciones que una fotografía simple sirve para conservar la lectura de los detalles que sirven para acelerar gestiones.

Todo lo fotografiado o digitalizado, si son documentos valiosos o fotografías de tu vida, debe conservarse al menos en tres lugares diferentes. 

Tu propio hogar en tu ordenador o teléfono móvil. 

En una unidad de disco duro externo o USB. 

En otro USB que debes guardar en otro lugar, por ejemplo en otro vivienda de un familiar, o en una caja de seguridad en tu puesto de trabajo o en casa de un amigo. 

Y luego tener siempre que sea posible una copia en le llamada Nube o servicios externos de conservación.

En cuanto a las fotografías en papel fotográfico como recuerdo de tu vida pasada, debes saber que son más duras de lo que nos pensamos. Antes de llegar a tus manos ya han pasado por dos tipos de líquidos, el revelador y el fijador, lo que asegura que sus materiales saben comportarse bien ante las humedades. 

NUNCA seques las fotografías de forma rápida, menos con secadores de pelo. Se puede cuartear la gelatina, las emulsiones fotográficas, saltar y ser irrecuperable. 

NUNCA ponerlas tampoco al sol, al contrario, deben ser conservadas a la sombra hasta poderlas digitalizar o hasta que e han secado del todo.

No los limpies por arrastre para no rayar su superficie, pues si está el papel húmedo se puede despegar la capa de gelatina exterior. 

Límpialas metidas en un agua limpia (mejor destilada, pero no siempre es posible tener en cantidad, en según qué momentos) con suavidad y sin casi frotar, mueve el liquido para que este haga desaparecer barros, y déjalas secar colgadas boca abajo de una pinza de tender ropa, poniendo un peso de otra pinza en su zona más baja, para que se mantenga el papel fotográfico recto. 

Puedes utilizar con suavidad papel de cocina o papel secante, NUNCA tampoco algodón pues las fibras se meterían sobre las emulsiones fotográficas. 

Cuando ya están casi secas, muy poco húmedas, las puedes meter entre las páginas de un libro (que no sea papel tipo brillante, tipo Limoges, pues lleva cal y se puede transmitir al papel fotográfico) unos pocos minutos, para que se terminen de secar por la pérdida de la humedad. Poco tiempo para que nunca se peguen a la superficie del papel del libro. 

Secar una fotografía es un proceso en donde la rapidez es un mal consejo. Es más seguro que se vaya secando lentamente y sin prisa.

Y siempre que puedas, nada más limpiarlas, fotografíalas para conservar al menos su recuerdo. Y dale copias a todas las personas que salgan en esas fotos, pues en estos momentos de dremas colecivos, es muy de agradecer que no todo se ha perdido.