La tragedia del Este español con la DANA brutal nos indica varias cosas que no estamos haciendo bien a nivel estatal y local, aunque las hayamos repetidos mil veces y nunca las queramos escuchar.Por la cercanía a la desembocadura del Gállego al Ebro y mi pequeña representación política anterior, he asistido a Jornadas, charlas o declaraciones de diversos técnicos que casi siempre dicen (advierten) de diagnósticos muy similares ante problemas como este.
El agua tiene memoria.
Las tremendas riadas siempre vuelven y a veces son imparables.
No estamos haciendo todo lo necesario, al decirnos que no sabemos cuando puede suceder
Sus ciclos de retorno están perfectamente medidos con los climas del siglo XX, posiblemente ya no tanto con los cambios que observamos en el siglo XXI. Hay que revisar protocolos.
Los periodos de retorno de grandes avenidas de agua, de lluvias torrenciales, de inundaciones, se estimas en diversos bloques de menor a mayor gravedad. Y con arreglo a esos datos estadísticos se calculan los riesgos de todo tipo de construcciones privadas y públicas.
Desde los 5 años de retorno como periodo de repetición de un hecho grave pero con menos importancia, a los 10, 20, 50 o 100 años que nunca nadie sabe cuando se van a producir, pero que se sabe perfectamente que sí se producirán.
Dejando el último periodo catastrófico para un período teórico de 500 años, algo que siempre nos suena a imposible. Y que a veces entendemos que ante eso es imposible hacer mucho que no sea en esos instantes primeros.
Con arreglo a estas estadísticas teóricas se construye todo tipo de obra pública para intentar paliar posibles futuros problemas. Se puede prever, pero es muy complicado saber la intensidad real.
Ante un suceso brutal no es nada sencillo saber antes si estamos ante un retorno u otro, ante una repetición de los 10 años o la de la fuerza de 100 años. Como ha sido este caso de la DANA sobre la zona valenciana.
Si nos centramos en Zaragoza están evaluados perfectamente los daños y afecciones que se nos pueden dar en los periodos más suaves, casi hasta el de los 100 años. Pero sabemos sin duda que el Ebro tiene memoria y por ello sabemos por dónde discurriría si viniera una gran riada imparable. La de los 500 años.
¿Puede ser imparable?
Desde luego la de retorno a los 500 años podría ser imparable y encontrarnos con que en la vuelta del Ebro, sobre la zona del Parking Norte de la Expo, fuera incontrolable por muchas defensas que ya se han construido. Si eso sucediera, si el agua saltara desde allí, se sabe perfectamente qué camino tomaría el agua y hacia dónde iría a buscar la salida. Cruzaría una zona con 200.000 habitantes.
No es necesario que llueva mucho sobre Zaragoza para sufrir daños tremendo. El Ebro, pero también el Gállego y el Huerva pueden producir tremendos problemas. Incluso podríamos decir que una riada del Ebro es más controlable si viene desde Tudela, que una riada del Gállego si viene aguar arriba. Sin olvidarnos del Huerva que al ser un río sin casi cauce en anchura y altura, tendería a desbordarse dependiendo desde donde habría crecido.
El terrible problema surgiría si las lluvias de hasta 800 litros por metro cuadrado se produjeran sobre las inmediaciones de la ciudad de Zaragoza. Los tanques de tormentas no serían capaces de absorber la totalidad de las aguas, ni muchísimo menos.
Gandía con 700 litros de agua por metro cuadrado puede ser un ejemplo de cálculo. Hubo muchas otras localidades con entre 300 y 600 litros. Si toda esta cantidad de agua cae en un par de horas, el daño es imparable.
En todas las grandes ciudades hey cientos, miles de terrazas en áticos. Esto lo pongo como ejemplo de otro problema que no ha sucedido, pero que nos indica el potencial de energía que pueden mover estos problemas.
En cada 100 metros cuadrados de esos áticos habrían caído encima 70.000 kilos de peso en agua, que solo puedes desaguar por uno, dos o a lo sumo tres tubos de vaciamiento. Casi ninguna de estas terrazas tienen aliviaderos laterales sobre las fachadas. ¿Pueden las terrazas superar esos pesos? No es lo mismo vaciar 70.000 kilos en dos horas que hacerlo en 12 horas.
Los garajes y los ascensores no siempre están bien construidos para evitar inundaciones. Pero seguimos construyendo cerca de zonas inundables, cerca de barrancos, de cauces viejos, sin diseñar suficientes tanques de tormentas urbanos, ni el efecto que pueden tener las bajadas de agua por el efecto de las ciudades excesivamente planas, construidas sin defensas que frenen o puedan dirigir las aguas.
O por ciudades en cuesta que no contemplan redireccionar las aguas hacia zonas con defensas artificiales públicas.
Por otra parte ya existe mecanismos de avisos urgentes que todavía no nos hemos dedicado a perfeccionar y a poner en práctica, por miedo a la manipulación o a causar temor injustificado.
Debemos preguntarnos qué es mejor, qué uso hay que darle, quien debe claramente tomar la decisión primera de dar el salto al aviso urgente.
Protección Civil es maravillosa, pero no es la panacea para todo tipo de problemas graves. Las grandes ciudades deben tener instalado un Sistema de Alerta y Defensa que sea eficaz en el menor tiempo posible, para esa ciudad y para las Comarcas aledañas al menos.
Sea contando con los militares, con los sistemas de Sanidad, con Protección Civil que igual en esos casos deben estar ordenados en otras labores según grados de Alerta, Cruz Roja, etc. Las respuestas inmediatas son peligrosas por la cantidad d errores que pueden acumular, pero el que no sean inmediatas también son muy peligrosas.
¿Está la población en general, en conocimiento de lo que debe hacer en caso de Alerta Roya? Hay muchos países en los que quedarse una semana sin energía eléctrica no les supone quedarse sin agua potable, pues guardan reservas en sus casas. Tienen baterías, cerillas, conservas, botellas de agua u hornillos de gas. ¿Sabemos diferenciar el valor de un coche nuevo de la propia vida?