4.10.24

Un emérito con pocos méritos históricos


Un emérito es alguien que sin perder los méritos se ha retirado pero sigue conservando esos previsibles méritos anteriores. Y no, no es el caso del anterior Rey de España que pasará a la historia por sus cositas sin explicar. Es Ley de Vida.

Y recordemos que perder los méritos, a veces, es contagioso.

Estos días ha explotado lo que ya todos intuíamos y muchos sabían con todos los detalles. Posiblemente todavía sea más lo que se callan que lo que nos van diciendo como en un serial televisivo. 

Así que asistiremos a un destape de informaciones, o a un freno informativo por miedo. Ya iremos viendo.

A mi lo que hiciera una vedette me la trae al pairo. Pero lo que hizo un Rey me preocupa. Sobre todo sabiendo que era el que más mandaba en España, incluidas sus Fuerzas Armadas. 

Y también me preocupa los silencios orquestados de excesivos altos mandatarios de España, que han demostrando saber mentirnos. Y que todavía quieren justificarse añadiendo silencios sobre sus silencios.

Somos lo que entre todos los que mandan en los poderes del Estado quieren que seamos. Y también incluyo aquí a muchos periodistas. 

Los silencios cuando explotan dejan a muchas personas fuera de sitio, sí, y también sin méritos.

Hablamos de 600 millones como si no fuera nada. Pero tampoco son los que a mi más me importan. Nunca es posible saber lo que realmente cuesta tener a un torpe al mando de las empresas, en vez de tener a una persona válida. 

Alguien que premia más comer arroz con cosas y chupar las cabezas de las gambas que cuidar su propia institución, puede cometer errores de gran valor que no se pueden cuantificar.

Su esposa y sus hijos tienen que estar asombrados. No porque se estén enterando ahora de nada que no supieran, sino por lo que representan estas paellas para la historia y el futuro. 

¿Y a partir de ahora todavía queda alguien que crea en las verdades que nos cuentan, en los que aparentan mandar y gobernar?