2.10.24

¿Por qué crecen las derechas extremas?


No es sencillo saber bien por qué nacen las derechas extremas en Europa, qué las empuja a crecer a veces excesivamente, ni tampoco en qué momento histórico son admitidas por sus sociedades. Y ya admito de entrada que en este texto voy a ser suave y me voy a centrar más en conceptos históricos, y no entraré mucho a modelos ideológicos ni seré excesivamente crítico.

La duda sobre el nacimiento de las derechas extremas en Europa no tiene una respuesta sencilla, ya que se trata de un fenómeno complejo con raíces históricas profundas y múltiples factores que confluyeron en diferentes momentos y lugares. 

El propio funcionamiento de los tiempos históricos facilita que surjan movimientos que son negativos. Y que saben utilizar muy bien las Democracias, para vencer a las Democracias. el modelo democrático solo lo quieren para poder llegar al poder. Pero nunca para dejarlo.

Si bien es posible identificar algunos momentos clave y tendencias generales en el siglo XX o incluso antes, es importante destacar que las ideologías de extrema derecha han evolucionado a lo largo de la historia, adaptándose a los contextos sociales, políticos y económicos cambiantes. Nunca dirán qué proyectos tienen, pues eso no lo consideran importante.

No es lo mismo el fascismo, el nazismo, el falangismo o los conceptos actuales de unas derechas extremas que nadie sabe hacia dónde pueden y quieren evolucionar en varios países de Europa. 

Saben qué está prohibido volver al pasado fascista, qué es incluso una ideología mal vista y que ya nunca logrará suficiente apoyo en el tiempo, y por eso saben que tienen que edificar proyectos distintos.

Su ideología es sencilla, curiosamente absurda. Quieren volver a la Edad Media, y no, por favor, no reírse de esto. 

Se basa en ideas de mitad del siglo XVIII en el que se admite que no existen formas de ser socialmente racionales, que cada país tiene el gobierno que se merece, y que quien es pobre lo es por no ser capaz de ser o querer ser rico. 

Lo mismo sirve para la educación, la justicia y otros elementos que hacen funcionar las sociedades. Eres tonto porque no has querido esforzarte, no por las desigualdades sociales. Es un liberalismo extremo. 

Más lejos que la Edad Media que nombraba antes está la época romana, y una parte de nuestra Justicia todavía se basa en el modelo tradicional romano de hace 2.000 años. No hemos evolucionado tanto en ideologías. Si tenéis dudas leeros a Aristóteles, Platón, Cicerón o a Séneca. 

Hoy esas derechas extremas no son igual a como eran hace un siglo —sin señalar si son mejores o peores— simplemente porque hoy no es la sociedad igual a como era a principios del siglo XX. Sus necesidades y problemas eran otros. 

Pero no hay duda de que los miedos que producen algunos de sus modos durarán durante siglos. Y hoy las ultraderechas son mucho más inteligentes, y se ven obligadas a ser más diferentes y como decía antes, más inteligentes para controlar sus espacios ideológicos.

La consolidación de los Estados Nación en Europa, a menudo acompañada de procesos de unificación y por ello también de exclusión social y cultural, generó un caldo de cultivo para ideas nacionalistas extremas que exaltaban la pureza racial y cultural. 

Europa quiso dejar de ser colonialista y eso no fue bien entendido por toda la sociedad de esos momentos históricos, con poca formación educacional. Los colegios eran un lujo a principios del siglo XX. No siempre se entendió bien que abandonar las Colonias era una obligación histórica que debió gestionarse mejor y antes.

El antisemitismo, presente en la sociedad europea desde la Edad Media (recordemos que España los expulsó en el siglo XV), se intensificó en el siglo XIX, alimentando discursos de odio y discriminación contra los judíos, posiblemente por sus formas de trabajar las economías y por ser los señalados como culpables de las crisis económicas. 

La Primera Guerra Mundial y sus consecuencias económicas y sociales provocaron una profunda crisis de confianza en las instituciones y los valores liberales.

Y en este contexto, surgieron movimientos fascistas en Italia, España y Alemania, que ofrecían soluciones radicales, fáciles y autoritarias a los problemas económicos y sociales de la época. 

Estos movimientos, caracterizados por su nacionalismo extremo, militarismo y culto al líder, sentaron las bases ideológicas de las derechas extremas contemporáneas. 

No se valoraba nada la ideología real que sustentaba los proyectos, sino la fuerza del líder y del Grupo casi militar. Y se consolidó algo que se repite en la actualidad, señalar al político, a la persona que se dedicaba a los temas públicos, como un inútil, un ladrón o un jeta vago.

Tras la Segunda Guerra Mundial, tras perder Alemania e Italia su propia Guerra pues la comenzaron ellos, el nazismo fue condenado internacionalmente como una ideología criminal. Era imperdonable lo que habían hecho en varios países europeos, queriendo imponer su "Raza" a costa de matar al diferente. 

Sin embargo, muchas de sus ideas perduraron en la sociedad europea, aunque a menudo de forma más velada. La masacre que se hizo en Europa, contra judíos pero también contra gitanos, homosexuales o comunistas, fue brutal. Y resultaba imperdonable.

En la posguerra, las derechas extremas se vieron obligadas a adoptar nuevas estrategias y discursos para evitar ser asociadas directamente con el nazismo. Surgieron así nuevas corrientes ideológicas, como la Nueva Derecha, que buscaban legitimar sus ideas en el marco de la democracia liberal. Incluso algunas se fueron asentando en países plenamente democráticos.

El liberalismos se disfrazó de diversas tendencias capitalistas, no todas iguales, mezcladas a veces con religiosidad explicada u oculta, que realmente trabajaba desde los extremos, pero sin decirlo.

El Thatcherismo en el Reino Unido es la descripción más fácil de entender sobre las derechas extremas que logran gobernar y revalidar sus gobierno desde las convicciones políticas, sociales que se impusieron desde un liberalismo muy cerrado, en una país muy demócrata, en tiempos de crisis. 

Las crisis económicas, la desigualdad social, la llegada de nuevas gentes pobres a los países que se creen elegidos por Dios para ser los ricos y la pérdida de identidad nacional, pueden generar un caldo de cultivo para las ideas de extrema derecha, que ofrecen soluciones simples e ideas culpables y fáciles de explicar, de los errores políticos y sociales "de los otros".

El miedo al pobre que como ser humano en dificultades viene desde otros países, el temor a las minorías de cualquier tipo y a los cambios culturales que siempre han existido, alimenta los discursos de odio y exclusión, propios de la extrema derecha cuando no saben asimilar la parte positiva de cada proceso de modificación social.

Los líderes de extrema derecha suelen utilizar un discurso populista, que apela a las emociones y a las frustraciones de la gente, para movilizar a las masas. Discursos fáciles, que apelan al corazón y no a la razón social, en donde no hay mucho que pensar por quien las recibe. 

Las democracias débiles o en crisis pueden ser más vulnerables a la penetración de ideas extremistas. Ellos desde su extremismo, presentan el problema, que lo conocen bien todos, y enseguida nos ofrecen la solución que está en boca de todos. 

Pero los que sabemos que eso no es así de sencillo por haber estado dentro de las gestiones políticas, somos enseguida tachados de idiotas, buenistas, incapaces, cobardes o parte de los que dicen: "Somos unos chupópteros o ladrones".

Las derechas extremas en Europa son un fenómeno histórico complejo, que ha evolucionado a lo largo del tiempo y se ha adaptado a los cambios históricos pues ellos no quieren producir miedos, sino precisamente evitarlos a costa de adormecer a la sociedad. 

Para saber qué desean hacer en la actualidad, hay que analizar sus orígenes y su persistencia histórica, es necesario analizar los factores históricos, sociales, políticos y económicos que han contribuido a su surgimiento y desarrollo.

Pero si no sabemos bien qué son las derecha extremas tenemos ejemplos en exceso. 

En España se gobernó con esos extremismos desde 1939 hasta 1975, con cambios en los ciclos entre falangistas y religiosos de Orden. Hoy sin decirlo hay países en donde gobierna esa extrema derecha que mata discriminadamente al diferente. Y los tenemos alrededor del Mediterráneo, no hay que ir muy lejos. Y hay varios y bastante diferentes. 

En América del Sur tenemos varios ejemplos, con gobiernos que se dicen de izquierdas y gobiernos que se dicen de derechas. En realidad no son de ninguna de estas ideologías, son de la suya propia y nunca democrática.