13.10.24

Nos cuentan a trozos y 43 años después lo que sucedió. Dicen que por el bien de España


En los últimos días estamos escuchando, leyendo detalles de la Transición, del Golpe de Estado del 23F de 1981, que incluso sabiendo que ya a la mayoría de españoles se la trae al pairo, no dejan de sorprenderme. 

No, yo no me creía todas las tonterías escritas o dichas, pues sí guardo suficiente información de aquello. Y sé que se han realizado intentos para que se sospechara la verdad contada a trozos, pero todavía falta mucha verdad por salir. 

¿Quien formó la parte civil del Golpe de Estado, que sí existió? 

¿De dónde salió la financiación necesaria?

¿Por qué solo se hablo de Valencia o Madrid, cuando había otras Capitanías implicadas?

¿Algún día se hablará de Zaragoza, de los militares movilizados ese día?

¿Es verdad como parece que los EEUU lo sabia de antemano y no avisaron a nadie en España, excepto a los americanos importantes?

Aquel famoso "Elefante Blanco" que anunciaba Tejero, con el remache de "militar, por supuesto" parece que se va aclarando de quien creían que iba a ser, y no era el General Armada, sino alguien superior como ya se ha apuntado hoy en El País. Alguien que a última hora se volvio atrás. Se acojonó.

Sabíamos las mentiras que existían en aquel cocido, intuimos "cosas", pero es curioso que 43 años después se vayan apuntando datos, y todo porque el hijo de una vedette vaya soltándonos en grabaciones, poco a poco y de forma ordenada, los ingredientes de algunas paellas.

¿Cuánto se van quedando en el cajón, los que tenían estos datos desde hace varias décadas, y/o escribían libros que no decían lo mismo en sus versiones en castellano que en ingles o francés?

¿Cuándo se desclasificarán los papeles de aquella paella, que por cierto dicen no cuentan nada nuevo, pero siguen manteniendo en secreto todo tipo de gobiernos?

Sabíamos que había muchas mentiras en aquellas historias del siglo XX, la descomposición de la confianza de los españoles hacia sus políticos se ha ido cociendo poco a poco desde ese 1981. El llamado "Desencanto" se ha ido ampliando.

¿Y ahora qué nos queda? ¿Cómo podemos pretender que la sociedad crea en la política, si tanto los de derechas como los llamados socialistas, se han callado, incluso a veces con silencios pactados en todos los organismos del Estado, de la política, de los Medios de Comunicación, por miedo o por responsabilidad que solo ellos creían tener?