18.7.24

Francia (03). Las cuencas mineras en Aragón


Macron como ministro del ramo llegó a pensar, para recuperar el empleo blanco obrero minero y obtener el voto del norte, en reconvertir Francia en la potencia minera que lo fue en los años 60 del siglo pasado. Su norte minero e industrial, con el valle del Ruhr y las Midlands inglesas, constituyó el eje sobre el que se cimentó la exitosa Comunidad Europea del Carbón y del Acero.

Había que reconstruir Verdun, encofrar, masar mortero, reedificar Nuremberg, multiplicar por casi cuatro la población de Zaragoza.

Una década más tarde, el actual presidente francés republicano, enamorado contra todo pronóstico desde la escuela –caso de acoso inverso-, liberal pero coaligado con los rojos, ha revertido su acción política. Nuestra potencia cultural vecina, para vendernos energía eléctrica a los no nucleares, ha presionado a través de Macron o los que tiene detrás con que la obtenida a partir de la fisión uranio sea reconocida como una energía también limpia. 

Y con razón, porque para obtener las tierras raras, esas que poseen el gusto de un tomate de pera a final de agosto, hay que remover suelos en que se hallan próximas a minerales radiactivos, bendecirlas con canales y pantanos para separarlos y echar agua como mínimo imantada por el río abajo. Para regar o beber en Tolosa o Tudela, después de Marignac y Garoña. 

España también ha recibido la correspondiente comunicación de la Unión Europea tras la época de la pandemia y la concienciación de qué implica la dependencia de China en cualquier ámbito económico –Zaragoza siempre ha alardeado de ser parada importante de la Ruta de la Seda para exportar el porcino aragonés- para que inventaríe sus recursos de metales raros, los posibles yacimientos a recuperarse o por explotar.

Lejanos a Aragón excepto en el caso de la mina de magnesita del sur del Moncayo, la relación de afectados que ya no quieren quitar el polvo cada tarde de los muebles pasa por darle una segunda vuelta a alguna mina de Palencia por el coque, revitalizar las de wolframio de Galicia y deben haberse vislumbrado por geólogos que se habrán cobrado bien sus informes recursos a mayor profundidad en Río Tinto, la Mancha y en un islote sumergido al sur de Canarias que está dentro de las millas estas, o no, que provocan el conflicto correspondiente con Marruecos donde El Aaiún que remeda el chino japonés que oculta el magma de la política en Oriente. 

En minería, como demuestra la dependencia de Rusia para la provisión de gas y gasóleo, de lo que se trata además es maximizar beneficios, de tirar los precios. De calcular cuántas fracciones de barriles de petróleo son necesarias energéticamente para producir uno, dado que los barros con combustible superficial, la tierra de la que manaba fuego, de Bakú o Kuwait, de Texas o Nigeria, ya no lo hace.

Así que los preparadísimos políticos franceses, esa clase dirigente amamantada por la Escuela Nacional de Administración Pública en el colonialismo, rapaz por captar nuevos contratos en la África que habla francés en la que aeropuertos, carreteras en el Congo y Etiopía, han sido de promoción china, han vuelto a la energía nuclear. Como Japón ya reconoció un mes más tarde del desastre de Fukushima como única vía, no las renovables, de un normal y digno abastecimiento.

De todo esto no nos hablan ni lo desarrollan los preparadísimos políticos españoles, cuyo master de currículo es de darlo todo por el partido para su supervivencia personal y compradores de tesis en casi todas las opciones de las listas cerradas, oportunistas a cortísimo plazo incluso en el caso de Rufián –el buen orador que sostiene que la Eurocopa la ha vuelto a ganar Euskadi a centro de Cataluña-.

La crisis del wolframio gallego (también llamado tungsteno), necesario por su dureza para la producción de los Panzer Tiger por Mann, los aviones Stuka por Junkers y las V2 por Mittelberk, condicionó en parte el resultado de la Segunda Guerra Mundial al ser conminado el neutral, entre otras cosas por esta causa, Franco a dejar de suministrarlo para la industria alemana. Venciéndose el águila imperial española a una relación mucho más fructífera vía Portugal y Gibraltar con Churchill.

La minería y recursos minerales ha sido clave en la fijación de fronteras en Oriente Medio, la producción de fosfatos en el Sahara Occidental por Marruecos, la determinación de las fronteras del Congo por Bélgica para la provisión del mercado de diamantes de Amberes y Ámsterdam y, en el norte francés como en las cuencas hulleras asturianas, ha constituido la fuerza de empleo fundamental y bien pagada. Como se demostraba en la capacidad de consumo de los mineros prejubilados por silicosis de Andorra, la de Teruel, en los años 90.

Lanzada a un mestizaje cultural porque primero fue de explotación de recursos “avant la lettre”, Francia está pagándolo porque se siente en deuda moral. Mientras que los comerciantes chinos en Dakar, Adis Abeba o la inquietante Dar es Salaam ofertan el servicio de que todos gozamos en nuestro día a día en Zaragoza pero si te descuidas también en Graus sin mezclarse demasiado.

El pueblo han aún tiene que superar en la época de la globalización su emigración del campo a la ciudad, sus buenos millones salen a ser pequeños comerciantes y autónomos por todo el mundo y su orgullosa clase dirigente, los mandarines comunistas, están de acuerdo con Putin en que deben devolver en forma de dominio del que sea todas las humillaciones recibidas en los últimos siglos: el clasismo y racismo de las potencias occidentales de las guerras del opio (los ingleses durmiendo al emperador con un producto indio), las crisis de amor-odio con los técnicos de la URSS mirándoles desde arriba como a tenderos o la actitud despiadada con la población china y coreana del ejército japonés en la Segunda Guerra Mundial. Países nunca hermanos que padecen crisis diplomáticas según el texto que aprueben de libro escolar de historia.

Marignac es una bella localidad al otro lado del valle de Benás que visité desde el de Arán a finales de los años 80. Como en Sabiñánigo y su producción de lindano, fármaco insecticida que se incluía como componente de los champús para matar piojos, la localidad era famosa por ser la única en Francia en albergar una mina de magnesio transformada por Pechiney, que todavía vi en funcionamiento. Que daba más de 250 empleos directos en un valle de la montaña pirenaica afamado por sus aguas termales como Fosforera Española salvó de la emigración a Barcelona a treinta familias de mi pueblo.

Gobierne Agrupación Nacional, gobierne Vox o Podemos en coalición, cómo será posible restaurar puestos de trabajo de familias que vivieron en el territorio cuando ya no resta gente joven que viva, la capital de Serrablo ha perdido 800 habitantes en 10 años, Andorra en Teruel 1.500 desde los años 90 y Guardo, en Palencia, ha pasado de 9.000 a 5.800 habitantes.

En los zocos de Tabriz, de Erzurum, de Kairouan, de Fez… por derivación de los principales omeyas de Bagdad y de Damasco… y hasta incluso en los de Kortuba y Saraqusta los interlocutores con el poder, los especialistas necesarios que el poder designaba como alcaldes o al-qadí, se entresacaban de entre el gremio de los curtidores. Debido a que se hallaban en contacto o a mitad de camino con la oligarquía terrateniente, productora de ganado ovino, los aristócratas, y los comerciantes y fabricantes menores de marroquinería, calzado, cinturones, tinturas y lanas. 

Pensemos quiénes actúan con fiel de la balanza en nuestras sociedades postindustriales, quienes van a engrasar el diálogo social sin salir de sus casas o bolsas, y se nos revela que no serán los políticos. Son los químicos productores de aleaciones para motores cada vez más ligeros –formación de parte de la cúpula comunista china-, los arquitectos del programa informático israelí Pegasus, los físicos introductores de metales raros en las prótesis para el alargamiento de la vida, los medios de comunicación patrióticos o lo contrario… 

En fin, el resto y aunque nos finjan enormes crisis por oportunismo, incluido todo el medio rural francés y español, se re mineralice la industria o lo impidan con sus informes los de Greenpeace, pintamos menos que Assange visitando el museo de grabados de Fuendetodos.

El fútbol, la moda, los museos y la rehabilitación de Notre Dame nos los diagnostican como vacuna siempre sin probarse lo suficiente, porque todo es urgente para vender aspirinas a precio de pandemia mientras que las tierras estas escasas a veces hasta son baratas.

Francia, España y Alemania le darán una última vuelta de tuerca al estado social de derecho y veremos a ver cómo distribuir qué riqueza en esta situación. La llave no la tiene votar por testosterona “La France first” pero tampoco votar lo contrario.

18.07 Luis Iribarren