El segundo problema para España según los españoles tras consultarlo el CIS en este junio de 2024 es el acceso a la vivienda, por detrás de los problemas políticos en general. Si lo unimos a los problemas económicos y al desempleo, vemos que podría aumentar su posición.
Esta problema como es lógico se ve agravado entre los 25 y los 45 años de edad, periodos críticos en la compra de viviendas, en el alquiler de las mismas, en poderse o no poderse emancipar y tener descendencia.
Llevamos excesivos años sin hacer política contundente a favor de la vivienda pública, para controlar los precios de la misma.
Décadas sin crear número suficiente de vivienda a precios controlados, y dejando crecen sin control suficiente a un turismo que encarece el precio de las viviendas, o potenciando que vengan desde otros países con millones de euros, para invertir inmobiliariamente a cambio de la nacionalidad o los permisos de residencia.
E incluso escuchamos políticas de vivienda planteada para resolver estos problemas, desde Ayuntamientos o Gobiernos Autonómicos, hablando de la construcción de cientos de viviendas como si eso fuera una solución. El problema es otro y es sobre todo de concepto. Deberíamos hablar de muchas miles de viviendas.
El principal problema es que son las comunidades autónomas las que asumieron con carácter exclusivo las competencias en materia de política de vivienda, aunque fuera el Estado la administración pública que aportase la mayor parte de los recursos que se destinan en España a política de vivienda, pero la gestión de la misma corresponde a las comunidades autónomas.Eso supone que como las transferencias desde el Estado no tiene carácter finalista, las autonomías las utilizan como pueden para hacer cuadrar sus Presupuestos. Se utiliza dinero que debía estar destinado para vivienda en otras Consejerías.
España necesita aumentar en casi 2 millones de viviendas, su oferta de alquiler para igualarse porcentualmente a Europa, aunque es cierto que en España tenemos mucha más vivienda en propiedad, pero inasumible para las nuevas generaciones.