Los líderes de opinión, los intelectuales, las personas de la Cultura o los deportistas tienen una influencia grande desde tiempos ancestrales. No es nada nuevo, desde épocas tan alejadas de estos tiempos como más de 2.000 años.
Y que Kylian Mbappé haya opinado de política francesa es un ejemplo en positivo de que ellos no pueden permanecer ajenos a la vida de sus entornos vitales, de los que por cierto viven, y viven muy bien.
Si cobran tan elevados sueldos los líderes deportivos, es en gran parte dado el elevado número de ciudadanos que les siguen y que para ellos les representan ser líderes, que sí, deportivos, pero no solo deportivos.
Nadie es solo una cosa en la vida, y si se les pregunta o si lo sienten desde dentro, es lógico que opinen y den su opinión. Y se la jueguen también, pues podría ser que sus opiniones no solo no gusten a todos, sino que disgusten a una parte de sus seguidores.
En estas décadas del siglo XXI nos faltan líderes de opinión que puedan llegar. Y se han ido creando y creciendo seudo charlatanes en muchos casos, que hablan simplemente por ser los únicos que tienen altavoz.
Si cobran tan elevados sueldos los líderes deportivos, es en gran parte dado el elevado número de ciudadanos que les siguen y que para ellos les representan ser líderes, que sí, deportivos, pero no solo deportivos.
Nadie es solo una cosa en la vida, y si se les pregunta o si lo sienten desde dentro, es lógico que opinen y den su opinión. Y se la jueguen también, pues podría ser que sus opiniones no solo no gusten a todos, sino que disgusten a una parte de sus seguidores.
En estas décadas del siglo XXI nos faltan líderes de opinión que puedan llegar. Y se han ido creando y creciendo seudo charlatanes en muchos casos, que hablan simplemente por ser los únicos que tienen altavoz.
Hay un claro vacío de personas con responsabilidad y a su vez con capacidad para llegar con sentido común, y por eso hay un crecimiento de los vacíos que resultan peligrosos.
Opinar de tus momentos vitales es lógico, seas médico, futbolista o político. Y si no tienes a nadie que te quiera escuchar, tus opiniones caerán por su peso.
En estos tiempos en los que millones de personas opinamos de todo, que lo haga una persona a la que siguen millones de ciudadanos, sobre todo jóvenes, es un punto de palanca que deberían aprovechar más personas influyentes. Y que cada uno aguante su vela.