Es eso o es también, que esas opciones han ido quedando encerradas en un tamaño muy pequeño y sin duda todo afecta a la sensación de debilidad. La pregunta primera y si aceptamos esto, sería: ¿Y por qué se ha reducido ese espacio a la izquierda del PSOE, sobre todo en el número de votos?
El PSOE como fuerza de izquierdas suaves (si tomamos como referencia la media de sus sumas internas) sabe cuidar muy bien sus espacios y además sabe expandirlos hacia un lado o hacia el otro, según le convenga por el momento o por el tipo de líderes máximos.
Ese abrazo del oso que sin duda ejerce cuando otras fuerzas se les acercan, es terrible y nadie ha sabido librarse de él.
Pero la izquierda de la izquierda debe ser otra cosa, es de hecho otra cosa. Tal vez excesivas cosas. Pero esa multiplicación de ideas también las tiene en su interior el PSOE, simplemente es que ellos las sabe gestionar de forma orgánica y de otra manera.
Debemos irnos hasta los periodos del PC hasta que se convirtió en IU, para luego tomar como referencia a Podemos y tras sus más y sus menos, quedar ahora observando esa división extraña entre Sumar y Podemos.
A su alrededor hay diversas formaciones más o menos nacionalistas que también están muy cerca, y algunas decenas más de formaciones similares en su identidad ideológica pero que nunca han formado parte de esa izquierda a la izquierda, como una agrupación de todas ellas.
Excesivos Reinos de Taifas.
Y a través de esta última frase tenemos ya el diagnóstico y la solución… o la imposibilidad para encontrar una solución.
Hay que trabajar en UNIR y UNIRSE, y en eso están en Francia, país al que estoy seguro se mirará con excesivo análisis para ver resultados a finales de este junio 2024. Serían las barbas del vecino a las que habría que fijarse sacando muchos datos y algunas conclusiones.
Vamos a sacar una LISTA de actores políticos principales de esta actuación en busca de un autor, que sepan levantar la obra para que el público pueda aplaudir. Ni todos pueden actuar ni dirigir, pero sí que todos pueden opinar y trabajar por buscar una alternativa válida para la España de 2030.
Pablo Iglesias.
Alberto Garzón.
Iñigo Errejón.
Susana Díaz
Juan Carlos Monedero.
Ione Belarra
Irene Montero
Manuela Carmena
Joan Coscubiela
Jaime Pastor
Luis Alegre
Carolina Bescansa
Gerardo Iglesias
Gaspar Llamazares
Faltan en esta lista intelectuales ajenos a la primera línea política, y hay que encontrarlos como sea. La unión de opciones debe tener un componente ajeno a la propia política representativa. Hay pensadores, escritores, intelectuales… pero muchas veces los dejamos solo para que firmen manifiestos.
¿Y qué deberían hacer?
Hay que dejar en un cajón las divergencias, muchas, para poder empezar casi desde cero. Y explicarlo muy bien desde el minuto uno, con todos los métodos actuales.
Hay que ponerse una Hoja de Ruta con una fecha clara de objetivo, de meta. Por ejemplo 2030.
Hay que añadir calma, tranquilidad, tiempo, y explicaciones a la ciudadanía. Repito lo de saber comunicar bien.
Deben salirse de todos los espacios de gobierno y gestión importantes, y que en la actualidad ocupan, para trabajar sin mochilas añadidas. Es cierto que lo que viene es muy duro, y que lo que se puede hacer hoy es muy importante, pero hay que forzar las situaciones si de verdad queremos regenerar los espacios.
Hay que regenerar las ideas, sin aparcar ninguna hay que elaborar una lista actualizada de objetivos, sabiendo que los momentos son tan complejos que se podría desmontar todo lo conseguido hasta la fecha.
Hay que saber que esto va de SALVAR la democracia en España, y para eso hay que ser inteligentes pues los intentos para variar el camino son varios y muy potentes.
No se trata de conformar una Agrupación de decenas de pequeños partidos, sino de CREAR un nuevo partido que agrupe a todos ellos, o al menos a sus votantes y a sus ideas de futuro.
Hay que reordenar los espacios orgánicos de las opciones políticas de izquierda. Más horizontal, pero a su vez con varias opciones y líneas de trabajo. Horizontal sí, pero no solo una línea horizontal.
Un partido político NUNCA puede ser una empresa, y mucho menos un lugar para repartir puestos de trabajo. Los políticos tienen que cobrar un alto sueldo, en línea con el mercado laboral de alto nivel, pero no pueden ser los Jefes de sus Puestos de Trabajo.
No tiene que ser obligatoria la pertenencia a un solo partido político, sino que se pueden conjugar las opciones de pertenecer a uno grande y a uno pequeño o territorial.
Ni tiene que ser obligatorio pertenecer y presentarse en TODOS los procesos electorales, sino que siendo del mismo partido "Central" se pueda participar de diferente manera si así se estima entre todas las partes, y en los diferentes procesos electorales. Todo también va de saber sumar y ser más inteligentes y explicarlo.
A partir de esas necesidades, sin duda hay que trabajar, reflexionar, construir de nuevo, leer a los clásicos, y volver a reflexionar. Podemos incluso preguntarnos qué harían algunas referencias conocidas ante situaciones como la actual. Sabemos qué ha sucedido en Francia, en Italia o en Grecia. ¿No queremos verlo?
Julio Puente
