Las elecciones de ayer en Cataluña marcan el inicio de algunos cambios importantes en Cataluña que costará un tiempo entender, encajar, asumir, asentarse sobre todo.
No hubo una gran participación y eso dificulta saber si lo visto ayer es Flor de un Día o es un nuevo camino. Se requiere un análisis muy pormenorizado para saber quien se abstuvo y por qué, quien cambio su voto y para qué.
Lo cierto es que por primera vez el voto independentista en Cataluña fue menor que el voto unionista. Pero no de forma clara y contundente. Lo que abre un variado abanico de opciones en Cataluña y en Madrid.
No debemos olvidarnos que parte de lo que suceda a partir de ahora tiene condicionantes claros en Madrid. Y en Francia.
No creo que ERC vote a favor del PSC. Podría abstenerse, pero entonces el PSC necesitaría los votos afirmativos del PP y de VOX, o al menos también la abstención de este último. A los Comunes les costaría mucho votar lo mismo que el PP en Cataluña.
Nadie quiere una repetición electoral, por estrategia pero también por economía. Perdiendo 13 diputados, es casi imposible tener rasmia para apostar por una nueva campaña.
Podría apoyar ERC un gobierno del PSC pero no entrar en el mismo, a cambio de por ejemplo tener la Presidencia de las Cortes. Pero sería un gobierno temporal, muy temporal.
Hay una opción que nadie contempla, y que podría estar en el cajón de lo imposible muy posible. Un apoyo, del PP y VOX al PSC para evitar que pudiera gobernar el independentismo. En esa coyuntura los Comunes se abstendrían. Se facilitaría un gobierno en muy clara minoría del PSC pero pillado por el PP y VOX que desearía demostrar responsabilidad estatal desde fuera y solo en Cataluña.
Sin olvidarnos de la opción a medio plazo de que Puigdemont desee forzar las diversas situaciones, con ciertos cambalaches poco recomendados.