1.3.24

Puede ser verdad, siendo mentira. E incluso ser mentira y parecer verdad


Hay una maravillosa costumbre que ya han aprendido muchos en esta España moderna, que es la de mentir sin que se note. Decir la verdad mintiendo. Disfrazar las verdades para que sin ser mentiras tampoco sean verdades. Casi todo crea una sensación de que nos están engañando y que hay que descifrar, reconvertir, no fiarnos, sospechar.

Los malos son malos, es verdad, pero podría ser que no fueran tan malos y que algunos buenos fueran también malos. O incluso que los buenos estuvieran escondiendo a otros más malos que los malos, sacando a los malos e sus escondites para que nadie se fije en los malos de verdad.

Tremendo juego de cubiletes, de chaperos o trileros, que en los últimos años en España, han ido creando escuela.