Los medios de comunicación, es decir los periodistas y los dueños de estos medios, tienen mucho que ver con las derivas que toman las sociedades en sus respectivos países. No solo la prensa es el Cuarto Poder como realidad respetada y asumida, sino que incluso se ejerce, incluso cuando ese Poder está manipulado o prohibido, escondido o son medios estatales aunque se disimule, como sucede en algunos países.
El caso de España o incluso de parte de Europa es más bien de torpeza y de una debilidad económica muy clara que tenemos que conocer y asumir.
Los medios de comunicación en España no reciben casi ayuda estatal, pero en algunos casos sí reciben ayuda privada. Y eso es una clara desventaja, pues tienen que competir en desigualdad en el propio mercado que parece libre. Convertimos a los medios de comunicación en meros vendedores de ideas cuando no de productos, y no hablo de sus anuncios reconocidos.
Y eso lleva en estos tiempos digitales y de grandes medios más baratos que hace unas décadas, a que incluso sin utilizar papel o grande máquinas de impresión, sea necesario un gran plantel de buenos periodistas si se quiere ser el mejor y eso es muy costoso para lo poco rentable que es el negocio de la comunicación si no está ayudada desde espacios diferentes a los propios medios.
En último lugar somos los consumidores, la sociedad en general, los que decidimos qué medios deben crecer y qué medios no deben ser rentables. Y eso es responsabilidad nuestra. Aunque se admita que los que manipulan son muy listos. Tenemos los medios que queremos tener, ayudados por los que con poder escondido, alimentan y nos presentan unos medios que juegan a su favor.
Y digo todo esto pensando en las diferencias de medios que hay entre los EEUU, los países importantes de Europa y España. Y no hablo solo ni tan siquiera preferentemente de la prensa escrita, sino de todos los medios, incluida sobre todo la televisión.
En un porcentaje tremendo de españoles, la única información que se consume viene desde las cadenas de televisión y no desde la prensa escrita o digital. Con dominar la opinión de la televisión, se arrastra todo el sistema de medios de comunicación. Y la mejor manera es mezclar periodistas de diferente signo para aparentar pluralidad, pero sacar los temas que se desea plantear para el consumo.
Hay decenas de noticias que en España son primeras páginas en minutos y durante semanas, que en los principales países de Europa no pasarían de ser noticias pequeñas o de relleno.