Que el ultraderechista Javier Milei, ese economista ultraderechista argentino recién sacado de la consulta de su psicólogo, haya ganado las elecciones en Argentina con el 56% de los votos, frente al 44% del peronista Massa… es una buena noticia para la política.
Demuestra que todo lo que habíamos creído sobre candidatos y comunicación era una puta mierda. Que se puede estar jirulo y triunfar, que no es necesaria la mesura ni la buena presencia, para convencer a los electores.
Es verdad que Massa y los peronistas se lo han puesto fácil a Milei, pues presentar contra la ultraderecha a un ministro de economía incapaz que ha empobrecido Argentina y a los argentinos, es también de idiotas o jirulos.
Europa y los europeos, España y los españoles, van a ver en el negociado de Argentina, qué será el experimento de poner a un ultraderechista a gobernar con mayoría total un país grande. Los experimentos lejos son menos experimentos.