En la vida de todos los días, podemos vernos obligados a comulgar, a tragar sin masticar ruedas de molino. Los tipos de interés suben, algunos trabajos se deben y eso conduce a que moverse bien en la Europa de emancipación a los 35 años, es moverse en el todo o nada. Nos tenemos y nos tienen cogidos por.
En el preclaro libro “Santander 1936” de Álvaro Pombo, escrito no en clave autobiográfica pero sí en que el protagonista es su homónimo tío, se revela qué nada ha quedado del liberalismo republicano español, cómo se le tildó de elitista afrancesado e ideas de digestión rápida condujeron a una destrucción total.
El frentismo popular o nacional llevó a la negación de la condición de español al agnóstico, las cruzadas es lo que tienen, como también la de ciudadano al pichi o señorito. Por no decir la palabra al uso, que se usa para dar carné de facha.
Ambas facciones consideraron tibios, fríos, individualistas y poco víctimas de todos los terrorismos al resto. Si a ti te pasara veríamos, como no se puede utilizar la sagrada palabra de matrimonio, todo un sacramento, para otras uniones. Porque así lo receto, plata o plomo hoy en Ecuador.
O si no, te puedo recetar por ley la conciliación y a que tu compañero de trabajo o tu compañera sin descendencia le ordenen asumir tu trabajo porque tu ex, el implicado pero no interesado, no cumple el convenio. Solo porque aquel día fueron a trabajar o les abrirían expediente, por fuego amigo. Y que hasta la sentencia o la cuarta de interpretación de la primera, vendrás menos por aquí y que la natalidad.
En España el nacional socialismo no cuajó en su acepción segunda, con Franco se vivió en un sistema liberal económico pero represor en las costumbres y en que la educación y médicos buenos había que pagarlos por iguala (hoy se llama copago).
Del mismo modo, los extremos sí se tocan, las élites del partido en las sociedades comunistas se comportan como administradores getas de la comunidad de no propietarios y guardianas de las costumbres.
El poder absoluto acaba por corromper absolutamente, estableció Lord Acton, y barriendo o llevando a primera línea, como mártires, a los idealistas que se dejaron u hoy se están dejando convencer, debemos añadir.
También afirmó el cínico sir inglés que los grandes hombres son casi siempre hombres malos, incluso –sobre todo, dicta mi experiencia- cuando ejercen influencia y no autoridad. Allí está la clave, siempre nos dejamos llevar por las balas de fogueo.
Revisemos cómo se mantiene y se abusa de las influencias. Hasta a personal no médico se le piden favores para adelantar resonancias, el desahogo es absoluto y los que callan o esperan turno, unos soberbios estúpidos. A quién se le ocurre no estresar a los servicios públicos si solo reaccionan así, por compensación.
Es que eso nunca va a tener arreglo, afirman los pobres de espíritu, trapecistas de los alambres. Un expediente es lento y para qué padecerlo, acracia pero viva la Guardia Civil.
Un apóstol de la revolución, una activista de la sexual, no deben o quieren sentirse “atraídes” (que ya son dos, puto corrector) por la tauromaquia como arte, niegan aunque padecen las faltas de urbanidad de sus vecinos de otras culturas en sus comunidades (que otro friegue el portal que hizo tu madre y tú mirando pa Cuenca), no reconocerán que a cualquiera de las opciones democráticas ha de dársele una opción de que gobiernen sin resabios, que apliquen sus programas y entonces veremos cuál es su escala de liberticidio.
Es que eso nunca va a tener arreglo, afirman los pobres de espíritu, trapecistas de los alambres. Un expediente es lento y para qué padecerlo, acracia pero viva la Guardia Civil.
Un apóstol de la revolución, una activista de la sexual, no deben o quieren sentirse “atraídes” (que ya son dos, puto corrector) por la tauromaquia como arte, niegan aunque padecen las faltas de urbanidad de sus vecinos de otras culturas en sus comunidades (que otro friegue el portal que hizo tu madre y tú mirando pa Cuenca), no reconocerán que a cualquiera de las opciones democráticas ha de dársele una opción de que gobiernen sin resabios, que apliquen sus programas y entonces veremos cuál es su escala de liberticidio.
Dado que representan exactamente al mismo porcentaje de votantes. No son, claro que no, pero se comportan en su vida que importa como verdaderos burgueses, ni que sean burgaleses de Gamonal.
De la otra parte, se hace apología y culto del emprendimiento cuando solo existe si hay colchón familiar o contactos de secta menos uno para, aun fracasando, volverse a levantar, se niega con desplantes que no es posible la igualdad efectiva de oportunidades ni se desea (conozco un hijo de carnicero que estudió derecho, ahora llega todo el mundo), en vida privada con perdón de confesión todo sirve y nos beneficiamos de las leyes socialistas, de bonos eléctricos o subvenciones para guarderías las gentes de bien, porque los rojos son tan tontos que no las apellidan para que no las podamos pedir.
Se ignora, por citar dos ejemplos concretos, la mínimamente buena gestión socialista de los proyectos en el territorio o de las ministras de Podemos en la gestión de las subvenciones de los autónomos o agricultores en pandemia.
Las dos o cuatro Españas no hielan el corazón porque se trata de que todos interioricemos que a buena parte del personal no le mueve ningún sentimiento y de que, necesariamente, no se hallan divididas en documentos y padrones. Todos existimos o deberíamos para el resto.
Ni se gobierna desde El Vaticano o Torreciudad ni tampoco por vía de Zapatero desde Waterloo o Venezuela. Desterremos las apologías del simplismo, la dinámica de derby de fútbol y de reafirmación en el odio por el otro.
Mi programa es Netflix gratis para todos y volver a compartir la conexión. Cerveza y circo.
España existe para Otegui como Dios para un ateo, en su negación y negociación de mamandurrias esta su afirmación. Deberíamos temernos que fuera agnóstico, no que se reúna con Baldoví o la CHA o con Sánchez para que en las residencias se consigan parar las infecciones de orina por no cambiar los pañales como pone en los pliegos de condiciones. Las gestione quien lo haga, las inspeccione siempre el mismo, no se les debe avisar para que preparen el teatro. Si así se consiente, quienes influyen se nos están riendo liberalmente en la cara.
Es que ustedes no saben quién soy yo, la madre del juez, la hija del secretario provincial del sindicato…
16.08 Luis Iribarren.
De la otra parte, se hace apología y culto del emprendimiento cuando solo existe si hay colchón familiar o contactos de secta menos uno para, aun fracasando, volverse a levantar, se niega con desplantes que no es posible la igualdad efectiva de oportunidades ni se desea (conozco un hijo de carnicero que estudió derecho, ahora llega todo el mundo), en vida privada con perdón de confesión todo sirve y nos beneficiamos de las leyes socialistas, de bonos eléctricos o subvenciones para guarderías las gentes de bien, porque los rojos son tan tontos que no las apellidan para que no las podamos pedir.
Se ignora, por citar dos ejemplos concretos, la mínimamente buena gestión socialista de los proyectos en el territorio o de las ministras de Podemos en la gestión de las subvenciones de los autónomos o agricultores en pandemia.
Las dos o cuatro Españas no hielan el corazón porque se trata de que todos interioricemos que a buena parte del personal no le mueve ningún sentimiento y de que, necesariamente, no se hallan divididas en documentos y padrones. Todos existimos o deberíamos para el resto.
Ni se gobierna desde El Vaticano o Torreciudad ni tampoco por vía de Zapatero desde Waterloo o Venezuela. Desterremos las apologías del simplismo, la dinámica de derby de fútbol y de reafirmación en el odio por el otro.
Mi programa es Netflix gratis para todos y volver a compartir la conexión. Cerveza y circo.
España existe para Otegui como Dios para un ateo, en su negación y negociación de mamandurrias esta su afirmación. Deberíamos temernos que fuera agnóstico, no que se reúna con Baldoví o la CHA o con Sánchez para que en las residencias se consigan parar las infecciones de orina por no cambiar los pañales como pone en los pliegos de condiciones. Las gestione quien lo haga, las inspeccione siempre el mismo, no se les debe avisar para que preparen el teatro. Si así se consiente, quienes influyen se nos están riendo liberalmente en la cara.
Es que ustedes no saben quién soy yo, la madre del juez, la hija del secretario provincial del sindicato…
16.08 Luis Iribarren.