Mientras sigamos considerando a la Historia como una asignatura maría, no tenemos mucho en donde mejorar como sociedad. La Historia solo la leen los que la quieren conocer, y Puigdemont se la ha leído. Y él no quiere ser Carles Puigdemont sino Josep Tarradellas. Y solo entendiendo todo desde este óptica podremos ir abriendo luces.
Carles Puigdemont sabe que en este agosto del 2023 se la juega a nivel histórico. Lo que decida él, lo que decidan sus compañeros en el Congreso de los Diputados de Madrid tras recibir las órdenes desde Bruselas, saldrán en los libros de historia de Cataluña, como poco.
Y lo saben en Cataluña, y lo deberían saber bien en Madrid. Sus decisiones no son en clave de gobernabilidad, sino en clave histórica. Sean del tipo que sean. Cediendo o imposibilitando. No se plantean un posibilismo a corto plazo, ni para España ni para Cataluña. Quieren y querrán escribir otro capítulo más de la historia de Cataluña.
Josep Tarredellas, cuando en octubre de 1977 salió al balcón de la Generalitat y le gritó hasta seis veces en su discurso a la multitud concentrada en la plaza de Sant Jaume, la famosa frase «Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí!» marcó una frase histórica, que Carles Puigdemont desea repetir.
No hay otra lectura, y al igual que en 1977 se supo negociar todo, ahora toca volver a leer libros de historia.