Hoy el PP le ha puesto los cuernos a VOX en las votaciones del Congreso para elegir la Mesa. Y podría parecer raro si no fuera porque la política es así, animal, salvaje, sin racionalidad que sea sencillo explicar. Yo te quiero solo…, hasta que te odie.
Como es lógico, VOX se ha cabreado y el PP se ha hecho el sordo, es decir, todo dentro de la normalidad de la parodia de los Grandes Partidos. Lo llevan en la sangre y hay que saberlo cuando se hacen amistades. Y es así desde hace décadas, en todos los grandes, figure quien figure en las cabezas de cartel.
Eso logra que todos lleven retrovisores, que nadie se fíe de nadie y que sea imposible trabajar con equipos en plural.
Y lo que parece lo mismo. O limpiamos totalmente los libros de estilo de la política actual, o nunca avanzaremos con sentido común.
El resto de partidos han tomado buena nota. Pero normalmente se les olvida enseguida. Sobre todo si son pequeños y simplemente tienen que medrar y tragar, a partes iguales.
Julio Puente