La percepción y las reacciones de los jóvenes ante los tiempos nuevos que vienen complejos, como siempre sucede ante los nuevos tiempos, pueden variar entre los diversos jóvenes debido a una combinación de factores individuales, sociales, culturales y contextuales. Sobre todo si desean emanciparse económicamente a costa de emprendimientos de cualquier tipo.
Algunas razones por las cuales algunos jóvenes podrían no parecer darse cuenta de la necesidad de “apretar y aportar más" en tiempos complejos las vamos a enumerar aquí. No es fácil la emancipación, la libertad laboral o económica, no es sencillo poner tus propias ideas a funcionar, pero eso les sucede a los jóvenes y a los adultos.
No están todas las problemáticas que les pueden suceder a los jóvenes, son ideas teóricas pero nos pueden dar una pequeña idea de por dónde se podría trabajar más, para construir un futuro que al final será el suyo.
Falta de experiencia por las novedades: Los jóvenes siempre tienen menos experiencia en gestionar situaciones complejas y desafiantes, por lo que podrían no estar seguros de cómo responder de manera efectiva ante problemas que de entrada desconocen hacia dónde se mueven. Tienen menos experiencia en enfrentar dificultades importantes en comparación con personas más maduras, y eso es lógico y se cura con el tiempo y las equivocaciones. Pueden no haber tenido muchas oportunidades previas para enfrentarse con desafíos importantes y, por lo tanto, pueden carecer de la perspectiva y las habilidades necesarias para lidiar efectivamente con situaciones complejas.
Optimismo y confianza en sí mismos: En muchos casos, los jóvenes pueden ser optimistas y confiados en su capacidad para superar desafíos. Esto puede llevar a una actitud de que "todo saldrá bien" sin considerar la necesidad de tomar medidas adicionales que garanticen la defensa si algo va mal. La juventud está a menudo asociada con un sentido a veces abierto en exceso en su propia capacidad personal para superar obstáculos. Los jóvenes pueden sentir que son capaces de manejar cualquier situación difícil y pueden subestimar la gravedad de la misma.
Falta de información suficiente para encarar proyectos nuevos: Algunos jóvenes pueden no estar completamente informados sobre la gravedad de las situaciones que pueden venir en las clásicas acciones y reacciones o los pasos necesarios para abordarla adecuadamente. La falta de información completa sobre una situación compleja puede influir en cómo los jóvenes reaccionan. Pueden no estar al tanto de todos los detalles o ramificaciones de la situación, lo que podría llevarlos a subestimar la necesidad de medidas adicionales.
Influencias externas que no siempre se saben pedir: La cultura de las redes sociales y la presión de los compañeros pueden influir en cómo los jóvenes perciben y reaccionan ante los desafíos. Pueden sentir la necesidad de mostrar fortaleza y positividad en lugar de admitir que siempre hay que estar prevenido ante los problemas de una defensa que pueden hacer “los otros”. Las redes sociales y la relación de los compañeros pueden jugar un papel importante y a su favor en la forma en que los jóvenes perciben y responden a situaciones difíciles. Pueden sentirse obligados a mostrar fortaleza y positividad incluso si están experimentando dificultades internamente. Esa cierta osadía ayuda a seguir avanzando.
Miradas diferentes de las realidades y los problemas: Los jóvenes pueden tener diferentes formas de afrontar el estrés y la adversidad. Algunos pueden enfrentar las dificultades con una actitud de lucha y perseverancia interna, mientras que otros pueden buscar apoyo externo o incluso evitarse el enfrentar la situación con brío. Formar equipos nivelas estas opciones entre sus integrantes.
Respuestas a veces excesivamente individuales: Cada persona responde de manera única a situaciones complejas. Algunos jóvenes pueden tomar medidas proactivas y acelerar el paso, mientras que otros pueden sentirse abrumados, cansados o desmotivados antes que el resto. Eso sucede a todas las edades. La respuesta a situaciones complejas varía de persona a persona. No tiene nada que ver con la edad.
Falta de recursos sobre todo económicos: Los jóvenes pueden carecer de los recursos necesarios, como habilidades de afrontamiento, apoyo emocional, recursos económicos o conocimientos prácticos, para abordar situaciones complejas de manera efectiva. Compensar la falta de recursos sin contar con ayudas externas es muy complicado, pero hay que saber conjugar todo..
Falta de perspectiva a largo plazo: Los jóvenes a menudo se centran en el presente y pueden no estar pensando en las implicaciones a largo plazo de sus acciones o decisiones. Pueden estar más orientados hacia el inmediato y no prestar tanta atención a las consecuencias futuras. Eso tiene una parte positiva y otra negativa. Saber mezclarlas sin agitar es parte del éxito.
Estrategias de enfrentarse con la realidad que no siempre son duraderas: Algunos jóvenes pueden estar utilizando estrategias de afrontamiento no saludables para el resultado final, como la evitación o la negación, para lidiar con el estrés o los problemas que vayan surgiendo. También la distracción, la debilidad con unos toques de miedo, la sensación de que a ciertas edades es imposible o de que los adultos no te están dejando espacio para tus habilidades o tus ideas. Es verdad que un adulto tiene más capacidad de poderse defender pues conocer muchos más trucos. Así que toca aprender.
Cambios en la sociedad y en su propio crecimiento personal: Las dinámicas sociales y las presiones cambian con el tiempo. Los jóvenes de diferentes generaciones pueden tener enfoques diferentes para lidiar con desafíos, y todos ellos van creciendo a una velocidad muy superior a la de los adultos. Eso produce cambios que hay que asumir, entender y que a veces dificultan la duración de los proyectos. Las dinámicas sociales y las presiones cambian con el tiempo y las generaciones a la hora de enfrentar los desafíos, influenciados por factores culturales, tecnológicos y sociales en evolución.
Es importante recordar que las reacciones de todas las personas son muy variadas y que cada individuo es único. La comunicación abierta, el apoyo entre los integrantes de los equipos y el el aumento de las habilidades de afrontamiento saludables pueden ayudar a los jóvenes a abordar de manera efectiva los desafíos complejos que enfrentan como personas que están creciendo y cada vez aprenden algo nuevo, con la dificultad de no disponer de todos los mecanismos de defensa que da la experiencia, y de querer demostrarse a veces, más de lo que se piden así mismo los adultos.
La comprensión, el apoyo y la empatía entre los adultos que estén cerca de los jóvenes que deseen emprender cualquier tipo de idea o acción, son cruciales para ayudar a los jóvenes a abordar eficazmente los desafíos a los que se tienen que enfrentar.