No es un problema de gestión política, pero también. Que en España tengamos 1.680.000 hogares con serios problemas para soportar sus gastos esenciales, es un drama, pues suponen entre cuatro y cinco millones de ciudadanos pobres severos que en España necesitan ayuda.
La realidad es que el sistema, eso que en teoría podemos llamar Capitalismo pero que ya no tiene nada que ver con el capitalismo clásico como le sucede al socialismo o al comunismo, ha jugado en exceso con sus laboratorios económicos globalizados.
Hoy no sabemos quien manda en nuestro mundo, y lo curioso es que nos lo callamos. No sabemos quien es el dueño de los bancos y de nuestros ahorros, de las empresas que logran el milagro de pagar céntimos por el kilo de tomate y multiplicarlo en la tienda por diez.
No existe una moneda real, la productividad ya no es el único procedimiento para medir el éxito o el fracaso de las sociedades, y se han afianzado más que nunca las diferencias entre sectores productivos.
Si a principios del Siglo XX teníamos dos Sectores productivos, el Primario y el Secundario, a finales de ese siglo XX ya teníamos un sector Terciario o de servicios claramente improductivo pero imprescindible, y un sector Cuaternario o el de la gestión de los dineros, de la productividad, de la investigación, de conocimiento o posindustrial.
Campo y ganadería. Industrial. Servicios y Comercio. Investigación e Información.
Pero ya se está hablando con rotundidad de un quinto sector, el Quinario o sector dedicado al ocio, la cultura, la educación, la Inteligencia Artificial, el movimiento de capitales intangibles y teóricos.
Cada vez que se crea un Sector productivo se van quedando más y más personas en la cuneta de la nada.
Por formación, por acceso a la educación general, pero a la vez por no poder disponer de un mínimo de opciones para disponer de un inicio de capital para afrontar ideas o proyectos. Ni les abren la puerta los bancos de los que no sabemos quien tiene sus acciones.
Para evitar que esa cifra de 5 millones de personas en España con serios problemas de pobreza no se conviertan en un problema muy importante, no basta con ayudarles económicamente para que sobrevivan.
España como país y como sociedad necesita a esos 5 millones como productores de trabajos y de ideas, de proyectos y objetivos. Y los necesitamos también como consumidores, como integrantes de los 5 Sectores de Producción.