10.7.23

Soledad Social no deseada. Datos e ideas


Este gráfico que dejo arriba es más bien profesional, pero nos puede servir de pauta para detectar nosotros en las personas de nuestro entorno, si la Soledad Social no deseada es ya un problema que debemos intervenir y ayudar para resolver.

Son 15 ítem sencillos de responder con unas puntuaciones que van desde el 0 al 2, y que hay que sumar al final. 

Si la suma total se mueve entre el 0 y los 10 puntos estaríamos en un nivel BAJO de Soledad Social. Si nos movemos entre 11 y 20 puntos estaríamos observando un nivel MEDIO, y a partir de los 21 ya estaríamos dentro de un nivel ALTO de Soledad no deseada.

Sin duda a partir de 20 puntos habría que acudir a un especialista de tu ambulatorio, a tu médico de atención primaria o a tu Trabajador Social.

No hay un solo tipo de Soledad Social, no afecta por igual a todas las personas incluso con las mismas puntuaciones, pero somos animales gregarios, necesitamos estar en compañía, y si no existe esa posibilidad caemos con normalidad en la melancolía, en una depresión de diverso tipo, en una insatisfacción con la propia vida.

Hay Soledad Emocional y Soledad Social. La segunda nos hablaría de la pérdida de pertenencia a un grupo social cercano, a dejar de pertenecer a los grupos sociales anteriores por diversos motivos.

Por ejemplo en los últimos años la pandemia de COVID cerró muchas puerta de convivencia y no siempre es sencillo volver a la casilla de salida, a la situación anterior. Se cerraron caminos de golpe y a la vuelta, tres años después, algunos de esos caminos o grupos, ya no existen, han desaparecido. Y llega la soledad social.

Podríamos decir que la media de las puntuaciones entre personas mayores es siempre algo más alta entre las mujeres. Sobre todo a partir de los 70 años de edad, generalmente asociadas esas soledades a la pérdida de la pareja, el crecimiento de la independencia total de los hijos, al peso de la soledad entre divorciados y separados.

Los casados y los que se conservan en pareja obtienen de medias unas puntuaciones mucho menores a partir de los 60 años. 

Es algo lógico desde el punto de vista sociológico y psicológico, pues la soledad se impone de forma obligatoria y además en una edad compleja para buscar alternativas. Pero estos números son más altos entre los separados que entre las personas viudas.

Curiosamente las personas que ya reciben alguna ayuda social sienten más alto esta Soledad Social. 

Posiblemente porque la sentían antes de solicitar apoyo, y por eso lo solicitan. Y eso nos facilita una idea clara de que cualquier tipo de asistencia social es MUY POSITIVA como vehículo de apoyo, de relación, de seguridad, pues ya no solo se necesita como herramienta para lo que se diseña, sino también como vehículo para paliar la Soledad Social.

Tenemos todos que envejecer. Y sin duda la única solución para no caer en la Soledad Social es un Envejecimiento Activo. Podría suceder que la familia no estuviera cerca, así que la solución pasa por acercarse a otras familias, otros contactos, otras relaciones, sentirse útil, activo, y compartir tiempos de vida.

Julio Puente - Miembro del Consejo de Salud de Aragón